martes, 16 de diciembre de 2008

Cena de Navidad

De verdad, cómo me está costando levantarme estos últimos días. La recta final está siendo un poco cansina. Menos mal que en España me voy a hartar de dormir.

En la oficina más de lo mismo. Por la tarde hemos tenido reunión con Alico en sus oficinas de Dubai International Finantial City. Aquí todo termina en City, siempre.

La reunión muy bien, era para explicarles un poco las posibilidades del medio digital en el país. Si llegan a tener presupuesto, que lo dudamos, terminaremos haciendo campaña. El problema es la famosa crisis. Al parecer está en venta y aún no saben qué pasará.

Como ha sido a mediodía, nos hemos quedado a comer por la zona. En Sana Bonta, un italiano que, según Joe, tiene las mejores pizzas de la ciudad. Lo hemos certificado personalmente, tiene razón, son buenísimas. Con la masa finita, tú te la haces a tu antojo, con los ingredientes que quieras. Lo eliges todo: la base, la salsa, lo singredientes y el tipo de queso. Eso sí, son grandes. Joe ha sido el único capaz de terminársela, Georges y yo no hemos podido.

Con la tontería hemos llegado a la oficina a las 5 de la tarde. Tiempo para terminar un par de cosas rápido e irme a comprar el regalo del amigo invisible. Como hace en el sitio directamente, no sé si va a ser chico o chica. Así que me he ido al mall, he comprado una bolsa de esas navideñas y la he llenado de chocolatinas. Al menos es algo que a casi todo el mundo le gusta. Sólo falta que me toque un diabético.

Hoy sí era el último día de Alain. Vuela a Líbano esta noche y, a partir de enero, se encargará de llevar la oficina de MPG allí. Está muy contento de volver aunque nos echará de menos, y nosotros a él.

La fiesta se ha celebrado en un hotel cerca del World Trade Centre, donde vivía yo antes. He llegado directa y aparcado más o menos bien, teniendo en cuenta la zona, que es un horror.

Aunque iba con un poco de pereza, me lo he pasado bien. Hemos estado ahí de charla con Claudine, Angelica, Rayan, Joe, etc. Había incluso un bufé para cenar, todo a base de minis: mini hamburguesas, mini salchichas, mini empanadillas, mini pizzas, mini quishes, etc.

Luego se ha procedido al reparto de regalos. A mí me ha caído un marco muy mono de Zara Home. Jihan, de Euro, me ha confesado que es de ella, así le he podido dar las gracias. Lo gracioso es que todos se acordaban y me comentaban la el año pasado, en la que no paré de llorar porque me volvía a España al día siguiente. ¡Cómo cambian las cosas en un año!

Como cosas curiosas: Peyman, de Euro, venía disfrazado de árbol de Navidad, muy original pero debía ser bastante incómodo; su mujer iba de Santa Claus, con ventilador dentro del disfraz incorporado para así poder estar inmensa; la mujer de Makram (última incorporación de MPG) es de Venezuela pero criada en Líbano, otra hispano-parlante. Ahora resulta que varios de la oficina quieren aprender español: Fawwaz, de Euro, que me dijo el otro día que el 4 se incorpora un chico Canario; Hadi, que sus padres hablan perfectamente y le da pena no haber aprendido, nunca es tarde. A ver si conseguimos que empiecen.

A las 12, justo después de las palabras de Pierre, me he retirado a casa. Cuando llegaba al coche, empezaba a chispear. Pero es que, conforme iba avanzando de camino a mi casa, iba empeorando la cosa. En Sheik Zayed, la avenida principal, ni siquiera se veía la carretera. Iba todo el mundo a 60 y con los intermitentes puestos y se estaban empezando a formar las piscinas a los lados. He cambiado a Al Wasl, una paralela que lleva al mismo sitio y va más vacía de tráfico, de hecho iba sola. Era más seguro y, al final, más rápido. Lo curioso es que, encima, llovía un poco más suave. Si ya digo yo que, en Dubai, incluso la lluvia es selectiva, jajaja.

Ya en casita, directa al sobre. He dejado las cortinas abiertas por si acaso había tormentas, que me encantan. Pero no ha habido suerte :-(

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