miércoles, 3 de diciembre de 2008

Con Ignacio en el hospital

Esta noche nos hemos levantado un par de veces porque Ignacio lloraba otra vez como un descosido. Primero, a las 12:30; ha estado como una hora llorando, y, después de echar unos gases, se ha vuelto a quedar frito. La segunda, a las 05:00 ha sido ya peor, no se callaba. Y nosotras sin saber lo que le pasaba. Daba una penita el pobre, estaba muerto de sueño pero no se podía dormir.

Primero pensando que eran los dientes, así que le poníamos gel calmante y yo le daba con hielo para aliviarle. Nada, seguía igual. También podían ser gases, así que le movíamos las piernas para que los echara; nada. Ni siquiera quería comer, raro en él. En vista de que no se le pasaba, hemos terminado yendo al hospital. Allí nos han dicho que, como aún tiene mocos y tos, que se le tapona la nariz y no puede respirar. Le han dado una medicina para que inhalara y se ha quedado frito en cero coma, angelito. Era para verlo, en la camilla tan grande y completamente dormido.

Tras la aventura, a las 7 nos hemos vuelto a casa. Yo me he dado una ducha y directa a la oficina. Estaba lloviendo un poco pero, como yo digo, en Dubai llueve de forma selectiva. En una parte de la ciudad llueve y en la otra hace sol, un pitorreo. Pero hoy está el día bastante nublado, en general.

En la oficina está la cosa tranquila, se ve que la gente se ha pillado el acueducto, con tanta fiesta de por medio. Joe parece que está más conforme y resignado con la nueva oficina, menos mal, jeje.

He estado terminando una presentación para Peugeot mañana. Me la ha encasquetado Joe por ser "la más agradable de los dos", ¡qué morro tiene!

Por la tarde ha estado lloviznando todo el tiempo y estaba muy oscuro. He ido a casa a por la ropa de mañana y directa a casa de Laura. No había casi nada de tráfico, fenomenal.

Bego ha venido a cenar, que esta noche se va a España dos semanas. Nos hemos tomado un salmón al horno riquísimo. Ignacio se tomó su biberón, la medicina y directo a la cuna, que ha caído como un bendito.

Esta noche hemos tenido una aventura distinta: se ha ido la luz. Como el edificio funciona a base de generador aún, pues ha debido irse por la "tormenta". Nos hemos tenido que lavar los dientes a la luz de la vela, muy romántico. Y, cuando ya estábamos a punto de dormir, ha vuelto. Menos mal que no ha sido a las 3 de la mañana porque la luz del cuarto estaba encendida, jeje.

A ver qué tal dormimos hoy, pinta que bastante bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESO SE LLAMA APRENDERA SER MADRE, ESTA BIEN,ME DA PENA POR IGNACIO, POBRES QUE MAL LO PASAN Y LA IMPOTENCIA QUE SE SIENTE, PERO A VER EL SER HUMANO NACE TORPE Y HASTA QUE NO HABLA YA SE SABE. QUE NO SIGA LA RACHA DE MALURAS Y HOSPITALES. UN BESO. CHARI