Vuelta a la oficina

Lo que cuesta volver a la oficina después de un fin de semana largo. Y a eso hay que sumar las pocas ganas que tengo de currar; sólo pienso en las vacaciones.

Como la semana pasada terminé todo lo importante, tampoco tengo nada urgente que hacer. Sólo revisar un curso de publicidad digital que vamos a dar en Septiembre.

Carlos me ha traído un regalo de Zanzíbar: una figurita africana muy chula. También me ha enseñdo fotos y es una pasada. A ver si en una de las próximas fiestas organizamos un viajecito.

He ido a comer con Claudine y Angelica a Vapiano; que viene muy bien variar un poco. Nos hemos estado contando los planes de vacaciones y Claudine sus últimos preparativos para la boda, que se casa el 7 de agosto.

Por la tarde, he estado hablando con Jihan, de Euro, acerca de Etoile. Como era de esperar, el chico del otro día, no está contento con la propuesta. Lo peor es que no sabe ni lo que quiere, así es imposible. Pero ella, que conoce mejor al cliente, va a hacer de intermediaria así que irá mejor la cosa.

He salido como a las 19:00 y he ido a cenar con Osama a JBR. Se ha venido Emilie luego, que nos ha contado del viaje a Nepal el fin de semana. Otro para apuntar en la lista. Luego no voy a ningún sitio pero en papel, me recorro el globo terráqueo, jajaja.

Ya en casa, antes de dormir, he estado hablando un rato con mis padres. Mi sobrino Íñigo me ha mandado decir con mi madre que ya sabe nadar sin manguitos. Eso habrá que verlo, jeje.

A ver si no me cuesta mucho dormirme.