jueves, 23 de febrero de 2012

Miriam viene a la oficina


Llegó el jueves. La verdad es que esta semana no me puedo quejar porque ha sido cortita, sólo tres días.
En la oficina, he estado preparando dos propuestas para dos posibles clientes que tenemos. Últimamente, hay varios de estos. Es un poco frustrante porque, de 10 que se hacen, sale sólo 1 pero bueno, hay que aprovechar que no estamos especialmente desbordados.

Por la tarde, ha venido la familia al completo a recogerme a la oficina. He subido un momento a Miriam, que querían verla. La pobre Leila ha estado intentando hacerle alguna gracia pero no le ha gustado nada. Y es que a ella le van los hombres, confirmado. Allí estaba como loca con Shakir, nuestro responsable de compras online; tanto que, al cogerla de sus brazos, se ha enfadado.

Nos hemos ido a la playita a dar un paseo pero hacía demasiado viento así que nos volvemos a casa antes de tiempo. Tomás y yo hemos pasado rápido por el supermercado a comprar un par de cosas y a casa.

Hablamos un ratillo con tía Blanca, que está de obras en su casa. Después de banarla, darle de cenar y acostarla, nos hemos ido a cenar a Asado. Es un restaurante argentino cerca de casa al que quisimos ir un día a comer con mis padres pero sólo abre por las noches. En la terracita se estaba genial y, además, tiene vistas a la fuente. La carne estaba muy rica pero, sinceramente, tampoco nos ha impresionado mucho el sitio. Aunque una cosa que sí nos ha gustado mucho es que, de camino a casa, nos han mandado un SMS dándonos las gracias por haber escogido ese restaurante para cenar; es un detalle, ¿no?

Y a dormir toca. A ver si mañana no amanecemos demasiado temprano. 

No hay comentarios: