A las 6 de la mañana me ha despertado llorando.
Seguía muerta de sueño pero debe ser que no puede respirar bien y, además, con
la tos, le duele la garganta. Pero he conseguido que se duerma otro rato hasta
las 7:30. Luego, a las 11:30, ha caído otra vez. Ya tiene menos fiebre pero
sigue destemplada.
La hemos llevado al médico para que le
eche un vistazo, sobre todo por la garganta. Teníamos consulta a la 13:00 y,
ley de Murphy, estaba como una moto; sonriendo a las enfermeras, jugando con
unos libros que tienen en la sala de espera, andando de un lado a otro, etc.
Todo está en orden, sólo tenemos que
andarnos con cuidado porque el oído derecho lo tiene un poco rojito así que nos
ha dado unas gotas para evitar que se le infecte. Por lo demás, vuelve a estar
un poco bajita de peso pero en orden. Y es que, con todo lo que se mueve, no me
extraña. Suerte que tiene, que lo quema todo, jeje.
De vuelta
a casa, se ha quedado frita en el coche pero, al subirla, por supuesto
se ha despertado y ya no ha habido forma de dormirla, por muy reventada que
estuviera.
Después de las frutas, se la he largado a
Lakshmi y yo he ido al mall a comprar un humificador para su cuarto. Aunque
tengo una farmacia justo debajo de casa, necesitaba escaparme al menos una
hora, que vaya fin de semana me estoy pegando. No quería ni llamar para ver si
se había dormido o no.
Cuando he llegado, ya me ha contado
Lakshmi que se durmió en cuanto me fui, 45 minutos, algo es algo. El resto de
la tarde la ha pasado un poco tontina. Y es que cómo cansa cuando se ponen así,
¿eh? Por un momento, me he alegrado de irme a Grecia el martes. Aunque luego,
cuando la he visto hecha polvo a las 19:00, me he arrepentido.
Esta noche sí que la hemos bañado que
tampoco es plan de convertirla en una guarrindonga. Y ha caído sin rechistar la pobre, estaba
muerta. A ver si ya mañana se levanta mejor.
Nosotros hemos cenado una sopita y visto
nuestro programa favorito, “The Voice”, que lo grabamos el viernes para poder
verlo sin publicidad J
A ver si hoy dormimos mejor.
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