Esta noche sólo se ha despertado una vez,
menos mal. Y, además, se ha vuelto a dormir en seguida. Ya le he dicho a
Lakshmi que le ponga el termómetro de vez en cuando para controlar si sigue con
fiebre o no. Aunque ahora la que está empezando a estar mala soy yo; se veía
venir que no iba a sobrevivir con dos enfermos en casa.
En la oficina ha sido un no parar, tengo
que dejar todo cerrado antes de irme. Tuvimos reunión semanal con Avent y todo
sigue viento en popa, así que bien. Luego he ido a comer con Leila y Marlain a
Lime Tree para variar.
Lakshmi me iba contando por teléfono que
Miriam está sin fiebre y vuelve a ser la de siempre, activa y sin parar. Por lo
visto ya no tiene ni tos ni mocos. Qué bien porque así sí que me voy tranquila.
Antes de salir he impreso las tarjetas de
embarque de Roxie y mía y hemos quedado con el resto a las 9:00 en el
aeropuerto. Al final vamos 6 personas, casi nada: Roxie, Krin, Patty, Swami,
Daniel y yo. Se va a quedar la oficina de lo más tranquila sin nosotros.
De camino a casa, he pasado por Etisalat
para que me activen el roaming. Me he dejado una pasta porque hay que poner un
depósito de 200 euros; luego me lo devuelven, cuando cancele la línea, pero es
una faena adelantarlo.
El resto de la tarde no he parado quieta.
Entre Miriam y la maleta, han llegado las 21:00 sin enterarme. Pero da gusto
verla tan contenta como antes. Antes de acostarla ha vuelto a tener moquitos,
así que no espero demasiado para esta noche, jeje.
Bueno, pues estos días que voy a estar
por Atenas no escribiré así que ya os contaré a la vuelta.
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