sábado, 23 de mayo de 2009

A 46 grados, señores

Si ayer hacía calor, lo de hoy no tiene ni nombre. Estamos a 46 grados, nada más y nada menos. Ya ha llegado el verano.

Al levantarme, he ido al supermercado a por algo para desayunar porque no tenía nada. Nada más llegar, he tenido que coger un zumo porque no podía de calor, incluso me estaba mareando. A la vuelta, lógicamente, he tenido que coger un taxi porque era incapaz de andar, y eso que sólo son 250 metros como mucho.

He ido con Osama a intentar hacerme el Emirates ID, es el carné de identidad de aquí, que lo acaban de instaurar. Todos los que tengamos contrato laboral aquí tenemos que tenerlo. Como era de esperar, estaba lleno. También es que el ritmo al que curran, no tiene desperdicio, nada de estrés. Pero bueno, tengo cita para el jueves a las 17:30.

Como teníamos tiempo, hemos pasado a lavar el coche. Por 9 euros te lo lavan a mano por dentro y por fuera. Mientras, esperamos en una salita con aire acondicionado.

De allí, íbamos directos a la comida con Laura, Dani y más amigos, pero el aire del coche ha decidido pararse, cuando estamos a 46 grados. Así que hemos ido a coger el mío, no está la cosa para tonterías.

La comida he estado genial. Hemos ido a Saladicious, que tienen un bufé buenísimo. Estábamos los siguientes: Dani, Laura, sus padres, Emilie, Elizabeth, Carlos y Melisa, Jeremy y Margarita y Bego con Pranav, que por fin lo conocíamos. Ignacio estaba en su salsa, jugando como si fuera uno de los niños mayores. Ya había gente despidiéndose de él pero, como si nada. Qué penita que se nos vaya el jueves ya.

Luego, hemos pasado un momento por el Dubai Mall, que teníamos que comprar algo en la librería. Increíble, hemos conseguido ir sólo a eso, sin perdernos en otras tiendas ni nada. Y mira que es el mall más grande del mundo. Que, por cierto, no deben estar vendiendo ni pipas porque no hacen más que tener promociones y sorteos.

Directos a Jebel Ali para ir a Misa. Siempre digo que no voy más pero es que hoy no tenía elección, la otra me pillaba en la otra punta.

Y yo tendría que haber planchado pero tenía un dolor de cabeza tremendo. Este calor, que llega sin avisar, y no habré bebido suficiente agua.

Antes de dormir, he intentado hablar con Carlos, que es su cumpleaños y lo está celebrando como es debido: en España con la familia. Pero no lo he conseguido, lo tenía apagado.

Así que a las 22:20 estaba ya planchando la oreja.

1 comentario:

Belen dijo...

¿9 euros por lavar el coche por dentro y por fuera? ¡Así sí se puede llevar limpio! El mío da una lástima...