Anoche al final me dieron las 12 y esta mañana, claro, me ha costado la misma vida levantarme.
En la oficina sin novedad, más de lo mismo. He terminado la presentación y seguido con varias cosas más. Ahora, un plan de L'Oreal que estaba aprobado y comprado, hay que bajarlo a la mitad, toma ya. Vamos, una gracia.
He bajado a comer con Claudine, que me ha estado contando su viaje a Francia y el lío que tienen con los papeles para la boda. De verdad, qué complicado es casarse en el país galo.
He vuelto a salir tarde, pero no tanto como ayer. Antes de salir, hemos tenido un chateo a tres entre Carlos, mi prima Lola y yo, nos hemos reído mucho.
Directa a Waitrose para hacer algo de compra. Hay que volver a la sana costumbre de cenar comida casera; más barato y sano. Así que pescadito y carne a la plancha.
Mientras cenábamos un atún riquísimo, hablaba con mis padres y mi hermano, que está aún en Jerez, de lunes de resaca. Me ha estado contando un poco de la feria.
Y, después de recoger la cocina, a leer un rato para coger bien el sueño, aunque a mí no me hace mucha falta, jeje.
lunes, 18 de mayo de 2009
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