¡Al gimnasio!

Aunque Bego, Dani y Laura no se lo crean, hoy he terminado yendo al gimnasio, espero que no se quede en un día.

La jornada laboral ha estado de lo más fructífera hoy: nos han aprobado Credit Suisse y Air France. Dos de golpe, así que muy bien.

El joven Musafa me estaba sacando de quicio hoy. En general, no puedo con la gente que va de mártir. Ahora, durante el Ramadán, hay muchos que van de ese palo; nuestro becario entre ellos. Viene cabizbajo y quejándose del sueño y el hambre que tiene; se tira en mitad de la mesa; se queda con la mirada perdida un rato, etc etc. Vamos, un regalo. Si piensa estar así un mes, ya se puede ir olvidando de nosotros.

Hemos comido Carlos, Joe y yo en la salita de reuniones, para evitar ponerles los dientes largos a los que ayunan. Yo he tomado arroz con verduras y he terminado llenisima, creo que me he pasado.

Por la tarde, además de preparar los planes para las dos campañas aprobadas, estaba chateando con Sue. Está desde principios de junio en Inglaterra y, al no pagar las facturas de la luz, le han cortado la electricidad en su casa, pobre. Así que he estado intentando averiguarle cómo conectarla de nuevo.

Aprovechando que salimos pronto, me he ido al gimnasio una horita. Para ser el primer día no ha estado mal: bicicleta, correr un ratillo y 30 abdominales. Me tendría que haber hecho unas fotos para los incrédulos, jeje. He ido al del edificio de Osama, por supuesto, porque está infinitamente mejor que el mío.

Luego he ido a cenar a casa de Osama, aunque yo no tenía hambre ninguna. Y a ver una peli, que nos ha gustado mucho a los dos: "Resurrecting the Champ"

De vuelta en casa he charlado con mis padres y con Sonia e Íñigo, que no me dio tiempo de hablar con ellos en España.

Antes de dormir, a leer otro ratillo, que voy bastante bien con el libro, casi no tengo ni que buscar palabras en el diccionario.