Disfrutando de la baja

Aunque no tenga que ir a trabajar, estoy aprovechando para levantarme temprano, así no pierdo el tiempo. A las 8:30 estaba en planta.

Primero he hablado con Salma, para dejarle un par de cosas urgentes en la oficina. Luego otro rato largo con mi madre, poniéndonos al día de todo.

Sobre las 10:30 me he bajado a la piscina un rato. No he podido aguantar mucho porque hacía demasiado calor. En 45 minutos estaba ya frita, a pesar de dos duchas. Así que me he subido para chatear con mi hermano y con Tere, mientras hacía pasta para comer.

Después de la gran ducha, me he ido a tomar un café con Anna, de Ogilvy. Puede que tenga sitio para mí en julio. La verdad es que es un encanto, ojalá salga algo, tendría muy buena pinta.

De vuelta a casa, he parado un momento en el mall para comprar un par de cosas en Carrefour, unas camisetas y a mirar el regalo de Osama, que el viernes es su cumpleaños.

He estado organizando y limpiando un poco la casa, que aún quedan muchas cosas por colocar. Y luego han venido Osama y sus padres a cenar. Me han traído unas flores y unos dátiles, muy majos. Hemos cenado en la terraza, que se estaba de lujo. Y ya hemos quedado en que el viernes comemos aquí, que ya tenemos comedor y aún no han venido a comer nunca. Me tocará currarme la comida de cumpleaños, jeje.

A las 22:00 se han ido los visitantes y me he ido a la cama como una flecha. A ver si mañana me cunde tanto.