Tic tac tic tac

Sigue la cuenta atrás y no veo la hora de irme. A ver si llega pronto el viernes. Aunque me dará penita y echaré de menos a Osama.

En la oficina, sigue la cosa igual. Joe apareciendo poco por la oficina, yo terminando marrones de Hyundai y esperando aún un par de propuestas para Chanel.

También he terminado de preparar la estimación de presupuesto para Air France.

De verdad, con las pocas ganas que tengo yo y, además, lo poco que me importa ya todo, ¿para qué me hacen venir? Este es el problema de tener que dar 3 meses de aviso, me parece una barbaridad de tiempo.

He ido a comer con Claudine a Vapiano, una ensaladita en la terraza, que se estaba divinamente. Luego nos hemos tomado un café en Costa y, para nuestra desgracia, vuelta a la oficina.

La tarde ha sido corta porque me he ido a las 17:00 a recoger unas camisetas, hacer un poco de compra en Carrefour y para casa a organizar el cuarto.

Cómo serán las ganas de irme que ya casi he terminado la maleta. Es la única forma para que no se me olvide nada y comprobar que me caben todos los encargos, menos mal.

Ha venido Osama a cenar y, después, la roomie a charlar un rato mientras yo planchaba. Se han puesto a ver por Internet los parecidos que tenemos cada uno con gente famosa. Con una foto, empiezan a buscar similitudes. Claro, que no atinan porque, según el programa, yo me parezco a Nicole Kidman (ni en el blanco de los ojos) y a la actriz que interpretó a Melania en "Lo que el viento se llevó" (clarísimo, vamos, jeje). Al menos, nos hemos echado unas risas.

Al final, con la tontería, nos han dado las uvas. A las 12:15 se han ido los visitantes y yo he reptado a la cama.