lunes, 19 de abril de 2010

Los vuelos siguen cancelados

Otro día más y sin mucho que contar. En la oficina, más de lo mismo. Sigo con Hector, el nuevo perfume de Chanel, y con la presentación de Faces.

Me he ido a comer con Claudine a la cafetería del hotel que hay en frente de la oficina. La verdad es que está muy bien. Por 10 euros puedes elegir 3 cosas del menú, que tiene ensaladas, sandwiches, postres, bebidas y café. Si decides 5, son 12 euros. Tendríamos que ir más a menudo, aunque tal y como está el clima, creo que lo de cruzar el parque va a estar difícil. Ya estamos rozando los 40 grados al mediodía.

Por la tarde he tenido reunión con Nervora, los que nos están ayudando con la creatividad para Hector. Pinta que la cosa va a quedar muy bien, eso espero. Sería la mejor despedida que podría tener, la verdad.

El volcán y su nube sigue dejando a gente sin volar, menuda se está liando. Hemos recibido un correo de nuestra oficina de Amsterdam. Parece que uno de los empleados está atrapado aquí en Dubai. Así que a partir de mañana vendrá a trabajar desde nuestra oficina. Lo que espero es que no se precipiten las aerolíneas en operar de nuevo, sólo por el dineral que están perdiendo diariamente. La seguridad debería primar, ¿no?

De la oficina, he ido a casa de Osama, que vamos a ir llevando cosas poco a poco. Así el pobre no se tiene que currar la mudanza solito.

Ya en casa, hoy hemos cenado una crema de alcachofas y unas empanadillas de Wagamama.
Luego he hablado con mi prima Marta. No podía parar de reírme con la nueva manía de mi ahijada: ahora le ha dado por cambiar de pijama todos los días, no puede ser más limpia. Me pregunto qué será de ella con 50 años, jajaja. Eso sí, qué ganas tengo de verlas.

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