miércoles, 7 de abril de 2010

A la playita

Vuelta a levantarme temprano para aprovechar el día al máximo.

Primero he ido a desayunar con Graciela para conocer a su niña, Cristina. Es una muñequita, monísima y, además, buenísima. Ha venido también el orgulloso padre y el abuelo materno. Están todos encantados con ella, no es para menos.

He flipado bastante con la cantidad de gente ociosa que hay en esta ciudad. Yo pensaba que la playa estaría más vacía, al ser día entre semana. Pues no, estaba hasta la bandera. También es cierto que a la que he ido es una de las más pobladas. Pero aún así me ha impresionado verla tan llena.

¡Qué bien se está! De verdad, es un lujo. El agua fresquita, transparente, limpia; una gozada. He estado una horita y media y me he vuelto a casa a ducharme y comer algo.

Luego he ido al Dubai Mall a hacer un par de recados. Entre otras cosas, tenía que comprar un mantel y servilletas, que el viernes vienen a comer los padres y hermanas de Osama y aún no tenía mantel para la mesa grande.

Allí he quedado con Susana a tomar algo rápido, que hacía mucho que no nos veíamos.

De vuelta a casa, ya había salido Osama de la oficina. Me ha traído mi portátil de la oficina para ir chequeando los correos al menos. Así parece que me da menos pereza volver el domingo a la oficina.

Ha venido a Emilie a tomar un Smirnoff Ice y charlar un ratillo. Le ha gustado mucho el comedor, que aún no lo había visto.

Y, después de ver un episodio de Friends, me he ido a dormir prontito que, con esto de no parar, termino muerta.

No hay comentarios: