miércoles, 14 de abril de 2010

Visita exprés a Abu Dhabi

Hoy me ha tocado ir a Abu Dhabi a pedir el visado para Vietnam. ¿Por qué era hoy el único día? Pues porque hoy mismo tengo que darles mi pasaporte a Chalhoub para que me cancelen el visado de residente; no podían esperar a mediados de junio, que vuelvo, no.

Nos ha costado un pelín encontrar la Embajada, escondida en tanto árbol. La maldita suerte no estaba de nuestro lado pues el embajador acababa de irse y no podían darnos los visados en media hora, como suele pasar; teníamos que esperar a las 14:00, y eran las 9:15.

Hemos dado unas vueltas por Abu Dhabi, dado un paseo por el Marina Mall y comido algo rápido allí mismo. Haciendo tiempo hasta las 13:45 para ir de vuelta a la Embajada. Aún no estaban listos así que nos ha tocado esperar otra media hora. Total, que al final he llegado a la oficina a las 15:30, casi nada.

A Joe no le sentó muy bien cuando se lo dije pero, es que no tengo ninguna opción. Pero yo creo que no estaba mosqueado conmigo sino con la empresa, por ser tan cuadriculados.

Por la tarde he vuelto a flipar con las absurdas normas de recursos humanos, no hay quién los entienda, de verdad. Me quedan 5 días de vacaciones y me preguntaron si me los quería coger antes de irme. Lo he pensado y, la verdad, me vendría divinamente pillarme la última semana, así hago todos los recados que me quedan sin prisas. Pues no, resulta que precisamente esa no me la puedo coger. Entonces, digo yo, ¿para qué preguntan? Yo los últimos días, desde luego, pienso hacer mi vida.

Hoy me he quedado más tarde en la oficina, estimando unos números con Nuria. Cómo me recuerda a las conversaciones con Ángel en la oficina de Madrid.

En principio íbamos a cenar con ella pero aún le quedaba un rato en la oficina y, la pobre, estaba muerta. Mañana la llevaremos a que vea la fuente del Dubai Mall. Que en la terracita se está muy bien aún.

Nada más llegar a casa, he hablado con Tere, que es su cumple hoy. También he intentado llamar a mi amiga Ana, que tiene muy buenas noticias, pero no ha habido suerte.

Osama había quedado con Maan y Omar en Wagamama. Como era justo abajo de casa, me he acercado a verles. Ya han comprado los billetes, qué ilusión. No paro de acordarme de mi amiga Sonia cuando se casó, jeje.

A las 23:15 ya me he vuelto a casita, dando un paseíto por el lago, que se está de lo más agradable.

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