Domingo de Resurrección

Aunque esté en un país musulmán, en nuestra oficina tenemos fiesta hoy; los fundadores de Chalhoub, la empresa con la que tenemos el acuerdo, son católicos, así que respetan este día, menos mal.

Como Osama aún está de vacaciones, hemos aprovechado para ir al juzgado a preguntar unas cosillas sobre cómo compulsar el matrimonio desde España y que sea válido aquí. Es un pelín más complicado de lo que creíamos, pero aún así es factible.

Luego hemos ido al hospital para hacerme los análisis y ver a la anestesista. Mañana a primera hora es la pequeña intervención que tenía pendiente.

Ya en casa, hemos bajado un rato a la piscina. Ya directos a las tumbonas bien situadas. La verdad es que, aunque hacía un poco de calor, se estaba la mar de bien; 3 ó 4 chapuzones para refrescarnos un poco y a seguir tostándonos.

Para comer, menú especial, que para eso es Domingo de Resurrección. He hecho un solomillo de ternera al horno que sabía exactamente igual que el de mi abuela. Por momentos, me veía sentada en su casa el día de Navidad.

Después de ponernos ligeramente morados, hemos ido a Misa a St. Mary's. Creo que desde las novenas de la Universidad, no había ido a una tan multitudinaria. Ya el año pasado me llamó bastante la atención. Aquí se celebra la Resurrección por todo lo alto. Hay más Misas que de normal y, por supuesto, están llenísimas. Incluso había caos circulatorio alrededor de la Iglesia, era un follón. Pero lo más impactante era la marea humana por la calle. Como las Misas hoy son tan seguidas, pues se unen los que salimos con los que entran. La verdad es que impresiona, positivamente.

Antes de irme a casa, hemos ido a chequear una pista de tenis en Jebel Ali. El problema en Dubai es que todas las pistas de tenis pertenecen a un hotel y no dejan alquilarlas a menos que seas huésped o miembro del club. Evidentemente, ser miembro del club no es ni una opción, porque cuesta unos 15.000 euros al año. Ésta que hemos ido a ver no está mal pero demasiado lejos. Seguiremos investigando mañana.

Ya en casa, he hablado con mis padres un ratillo para contarnos del fin de semana. Y a dormir temprano, que mañana tengo que estar en el hospital a las 7 de la mañana, casi nada.