sábado, 22 de septiembre de 2012

A la playa


Esta mañana ha sido peor todavía: a las 7:15 estaba en planta. Y lo de entrar a decirle que se duerma otro ratito ya no cuela, que antes nos daba 30 minutos más.

En cuanto me ve sacar el bañador se pone como loca porque ya sabe que va al agua. Además, para la clase de natación le pongo uno de cuerpo entero mientras que a la playa va con la típica braguita. Así que sabe perfectamente lo que toca. Hoy ha venido con nosotras Lakshmi para que Osama se quede estudiando. Estaba como loca por verla en acción. Y hoy ha sido mas entretenido porque ha tocado empezar a mover las piernas. Lo que no le gusta nada es que venga la profesora, Louise, a meterle la cabeza en el agua. Pero hoy h a conseguido hacer algunas burbujitas con la boca, ya es un avance.

De vuelta a casa, me la he bajado al pasillo para hacer tiempo. Allí se han unido Miguel y sus padres hasta la hora de comer.

Después de comer ha caído otra siestecita para recuperar fuerzas.

Por la tarde íbamos a quedar con mi amiga Graciela y su hija, Cristina, pero  la pobre peque ha estado vomitando toda la noche así que mejor no llevarla a la playa. Nos hemos ido con Miguel y sus padres a una cerca de casa, que es donde se concentran todos los kite surfers. Nada más llegar y ver las cometas, Miriam no paraba de gritar “bobo, bobo”, que es globo en su idioma.

La verdad es que se estaba genial porque se forma como un laguito cerca de la roca y, para los niños, es genial; están ahí sentaditos o chapoteando. La pena es que las tardes se están haciendo cada día más cortas. A las 18:15 ya nos hemos vuelto a casa.

Nos ha dado tiempo a charlar con la familia reunida en Altafulla, qué ilusión verles. Ya me imagino que lo estarán pasando pipa y comiendo aún mejor.

Y ya empezamos con la recogida o, como dice mi hermano, el tren de lavado. La playa la deja rota, como que no para. Así que, en cuanto ha oído la palabra baño, se ha puesto más contenta que de costumbre.

Nosotros vamos detrás casi. El tiempo de preparar algo de cenar y a coger fuerzas para mañana. 

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