sábado, 15 de septiembre de 2012

Cena con Ale y Carlos


Hoy hemos tocado diana a las 8:30, estupendo. Además, los sábados, con eso de tener la clase de natación a las 10:00, la mañana pasa volando.

En cuanto me ve con el bañador en la mano, se le ilumina la cara y empieza a repetir “agua, agua” hasta la saciedad, con una sonrisa de oreja a oreja; me la como. Y es que se lo pasa bomba la tía.
Al llegar al colegio donde tenemos la clase, hemos visto a Miguel que estaba terminando su sesión. Muy mono, no paraba de decirnos adiós. Cómo les gusta despedirse, es una cosa. Miriam le dice “bye” hasta al coche cuando se baja. Mejor así.

En la clase, les han hecho una especia de barco con dos colchonetas y tenían que ir gateando de un extremo a otro. Nada mas caer en el agua con su padre, le ha dicho “baat”, que es “más” en árabe. Y es que ahora es como un lorito, cada día suelta una palabra nueva. Luego, al terminar la clase, me señalaba la bolsa y me pedía “biski”. He tardado un par de minutos en entender lo que quería: una galleta (“biscuit”) Vaya personaje está hecho.

Ya en casa hemos hablado un ratito con los abuelos y, para hacer tiempo antes de comer, damos un paseo por el pasillo de abajo. Estaba Many, uno de los guardas de seguridad con el que se lo pasa pipa.

La he sentado a ver “Baby Einstein” mientras yo preparaba unas albóndigas para mañana y pasta para comer hoy, pues Osama sigue trabajando.

Después de comer he ido a descansar un ratillo pero, Ley de Murphy, en cuanto me he sentado en el sofá, se ha despertado. Y es que hoy ha dormido muy poco. Por más que he intentado que se volviera a dormir, nada de nada.

Por la tarde me la he llevado al Dubai Mall a comprar un par de cosas. En el aparcamiento, que era un desastre hoy, se ha asustado porque una imbécil no tenía paciencia para esperar a que yo aparcara así que le he gritado por la ventana y Miriam se ha pensado que era a ella, pobrecita. Menudo brinco ha dado en su silla, me he sentido fatal.

Entre recado y recado, la he llevado a ver el acuario que le encanta. Iba de lo más tranquila en su silla, charloteando en su idioma, más buena.

Ya en casa, hemos intentado hablar con mi hermano pero algo le pasaba a su conexión, que no lo hemos conseguido. A ver si mañana tenemos más suerte.

Y luego una maratón porque tenemos cena con Ale y Carlos, recién casados, para darles el regalo de boda. Es una Thermomix que le hemos comprado entre 5 parejas. Hemos ido al “Grand Grill” en el Hotel Habtoor Grand. Una de las parejas no ha podido venir porque están jugando la final del torneo de pádel. Pero sí han venido Ines y Luis, y Malex y Mateo, a los que no conocíamos. Lo hemos pasado estupendamente pero a las 23:30 ya no dábamos más de sí ninguno, así que a recogernos temprano para empezar bien la semana.

Se acabó lo bueno. Mañana de nuevo a la oficina. 

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