Hoy hemos tocado diana a las 8:30,
estupendo. Además, los sábados, con eso de tener la clase de natación a las
10:00, la mañana pasa volando.
En cuanto me ve con el bañador en la
mano, se le ilumina la cara y empieza a repetir “agua, agua” hasta la saciedad,
con una sonrisa de oreja a oreja; me la como. Y es que se lo pasa bomba la tía.
Al llegar al colegio donde tenemos la
clase, hemos visto a Miguel que estaba terminando su sesión. Muy mono, no
paraba de decirnos adiós. Cómo les gusta despedirse, es una cosa. Miriam le dice
“bye” hasta al coche cuando se baja. Mejor así.
En la clase, les han hecho una especia de
barco con dos colchonetas y tenían que ir gateando de un extremo a otro. Nada
mas caer en el agua con su padre, le ha dicho “baat”, que es “más” en árabe. Y
es que ahora es como un lorito, cada día suelta una palabra nueva. Luego, al
terminar la clase, me señalaba la bolsa y me pedía “biski”. He tardado un par de
minutos en entender lo que quería: una galleta (“biscuit”) Vaya personaje está
hecho.
Ya en casa hemos hablado un ratito con
los abuelos y, para hacer tiempo antes de comer, damos un paseo por el pasillo
de abajo. Estaba Many, uno de los guardas de seguridad con el que se lo pasa
pipa.
La he sentado a ver “Baby Einstein”
mientras yo preparaba unas albóndigas para mañana y pasta para comer hoy, pues
Osama sigue trabajando.
Después de comer he ido a descansar un
ratillo pero, Ley de Murphy, en cuanto me he sentado en el sofá, se ha
despertado. Y es que hoy ha dormido muy poco. Por más que he intentado que se
volviera a dormir, nada de nada.
Por la tarde me la he llevado al Dubai Mall
a comprar un par de cosas. En el aparcamiento, que era un desastre hoy, se ha
asustado porque una imbécil no tenía paciencia para esperar a que yo aparcara así
que le he gritado por la ventana y Miriam se ha pensado que era a ella,
pobrecita. Menudo brinco ha dado en su silla, me he sentido fatal.
Entre recado y recado, la he llevado a
ver el acuario que le encanta. Iba de lo más tranquila en su silla, charloteando
en su idioma, más buena.
Ya en casa, hemos intentado hablar con mi
hermano pero algo le pasaba a su conexión, que no lo hemos conseguido. A ver si
mañana tenemos más suerte.
Y luego una maratón porque tenemos cena
con Ale y Carlos, recién casados, para darles el regalo de boda. Es una
Thermomix que le hemos comprado entre 5 parejas. Hemos ido al “Grand Grill” en
el Hotel Habtoor Grand. Una de las parejas no ha podido venir porque están jugando
la final del torneo de pádel. Pero sí han venido Ines y Luis, y Malex y Mateo,
a los que no conocíamos. Lo hemos pasado estupendamente pero a las 23:30 ya no dábamos
más de sí ninguno, así que a recogernos temprano para empezar bien la semana.
Se acabó lo bueno. Mañana de nuevo a la
oficina.
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