jueves, 27 de septiembre de 2012

Tarde culinaria con Ale

Menos mal que esta semana se me ha pasado volando, tanto que no he podido ni escribir a diario. Es que en la oficina estoy ya dejando todo lo más cerrado que puedo para que no haya problemas. Y, por las tardes, ha sido un no parar también. Un día fui a hacer compra, que las cosas vuelan de la nevera. Otro nos bajamos al patio, el martes fuimos al Dubai Mall a intentar comprar bermudas para Miriam. Digo intentar porque me da la impresión de que vivimos en Rusia; están todas las tiendas con ropa de invierno. Yo sigo sin entender cómo la gente lleva a los niños con pana y lana cuando el mes más frio, enero-febrero, estamos a 20 grados. Así que sólo he podido encontrar unos y de milagro, que estaban en el fondo de un perchero. Eso sí, me han costado tirados porque eran sobras de las rebajas. Algo bueno tenía que tener.

El domingo, sorpresa total, vino Joe (mi antiguo colega) a hacer una entrevista en mi empresa. Al parecer, está optando al puesto de Julia, como director del departamento digital. Los que me leéis desde hace tiempo sabréis lo que pase con él y lo poco dispuesta que estoy a pasar por lo mismo. Así que a ver qué pasa.  

Otro adelanto esta semana es que ya tenemos los billetes para Navidad. Si Dios quiere, nos vamos del 21 de diciembre al 12 de febrero, hay que aprovechar un poco la baja. Aunque Osama se vuelve antes y luego tiene que venir a recogernos. Lo bueno es que, esta vez, todos volamos gratis. El de Osama y Miriam lo hemos comprado con millas y el mío le toca pagarlo a la empresa. 

El jueves ha estado más tranquilito, ya era hora. He ido a comer con Marlain y su amigo Naseem. Ambos tienen una boda en Beirut este fin de semana así que se van de puente, muy buen plan.

Al final del día nos hemos enterado de que hoy es el cumpleaños de Jafeef. Se lo tenía bien calladito. Ya le encargaremos tarta el domingo que hoy no daba tiempo.

He salido directa a casa de Anthie, la que lleva Thermomix aquí en la región. Y es que le tenía que dar el resguardo para la garantía de la que le regalamos a Ale y Carlos. De allí me voy directa a casa del estrenado matrimonio, que había quedado con Ale en darle la “clase” aunque ya controla cantidad. Nos lo hemos pasado muy bien haciendo varias cositas. Se ha unido Natalia, una amiga suya, que se la quiere comprar.

Después de la sesión culinaria, me he ido a casa. Aparcando llegaba Osama pero no me quería decir de dónde, que misterioso es a veces, jeje.

Ya venía cenado pero yo me he tomado mi cuenquito de cereales y a dormir. Antes, Lakshmi me ha dado el parte de la cena, que vaya tela lo que se ha metido Miriam en ese mini-cuerpo. A ver si mañana amanece más tarde. 

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