Flipando con los doctores de Dubai

Ya hoy he vuelto a la oficina, estoy mucho mejor y, además, me da cargo de conciencia faltar tanto. Aunque el pobre Joe, como está preocupado, no hace más que decirme que no tenga prisa.

Cuando ha llegado, me ha estado preguntando y me hablaba de una clínica que le ha recomendado su mujer, por lo visto también tienen buenos médicos.

Estos días cuesta mucho aparcar porque el sábado es la maratón de Dubai y termina justo en frente de nuestras oficinas. Así que han tenido que cerrar parte del aparcamiento, una gracia. Ya de por sí no es fácil, pues imaginaos ahora.

A mediodía he vuelto a mi última consulta con la doctora esta de pacotilla. He salido muerta de la risa con sus absurdos. Ahora resulta que no sabe lo que tengo, menos mal que es médico, le voy a tener que preguntar a un carpintero entonces. Manda muchas narices el temita.

Ayer, me ha contado Joe, que hubo reunión con los directores de equipo para establecer un proceso de trabajo entre MPG y MC, a ver si así dejan de tratarnos como nos tratan. Por lo visto hubo sus más y sus menos con Houda, que nos echaba toda la culpa a nosotros. Yo me he encontrado con un correo de ella un poco subidito. Esperemos que la cosa mejore con el tiempo.

Por la tarde he estado terminando una propuesta para Clearasil y he terminado saliendo cerca de las 20:00.

He acompañado a Osama a hacer compra, que nos invitaba a Emilie y a mí a cenar en su casa. Hemos comido pan con tomate, unas salchichas y un chocolate que había traído Emilie, buenísimo.

Luego a casa a charlar con mis padres y Paul, que viene ya mismo, el 9 de febrero. Hemos estado organizando la visita. A la vez, chateaba con mi tía Blanca, que está en su primer día de régimen.

Y antes de irme a dormir, me he encontrado con Nati en el messenger y nos hemos pegado una de nuestras largas charlas. Cómo las echaba de menos.

Después de todas las charlitas, a dormir.