lunes, 5 de enero de 2009

Ya vienen los Reyes Magos...

De la oficina mejor no hablo hoy porque me han llegado a sacar de mis casillas. ¿Quién? Houda, como siempre. Esta manía de hacernos trabajar doble. El camino hacia la famosa integración es demasiado largo con esta mujer.

Me han vuelto a dar las uvas en la ofi, supongo que va a ser parecido el resto de la semana. A ver si la siguiente se plantea un poco más tranquilita. Supongo que también afectará las pocas ganas que tengo de volver a la rutina. Estas vacaciones han sido demasiado buenas.

En casa, me he puesto a preparar la cena, que estoy hecha una cocinitas. Hoy tocaba crema de zanahorias y una tortillita. Mientras se hacía, charlaba con mis padres un ratillo, antes de que llegara la aglomeración a su casa: todos los sobrinos a ver la cabalgata de Reyes.

Está mal que yo lo diga pero la crema estaba riquísima, jeje. Me he guardado un poquito para comer mañana. Han venido Osama y Emilie a cenar también. Nos hemos estado contando las vacaciones y enseñando fotos.

Luego he charlado con la mitad de la familia, empezando con el Guiri, Blanca, la otra Blanca, Carlos, Tito, Paola, Mercedes, Eugenio. Y, por supuesto, los enanos: Iñigo, que estaba muy tímido hoy y nervioso con los Reyes; Paolito, que habla medio italiano-francés-español con sólo tres años, toma ya; Merceditas, que le ha hecho más caso a Osama que a mí; Carlitos, encantado son su tractor; y Fernandita, que me ha recitado una poesía. Al menos así, no lo he echado tanto de menos.

Y, después de esta gran charla, no me quedaba más que recoger la cena e irme a dormir, que he terminado reventada.

Buenas noches. Que os traigan muchas cosas los Reyes.

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