martes, 27 de enero de 2009

Más curso

Esta semanita me está costando la misma vida levantarme, no puedo con mi alma. Para colmo anoche, me volvió a despertar el maldito vecino a las 4 de la mañana.

En la oficina, la primera pregunta que me han hecho es si Carlos había venido con su mujer o novia. Claro, como la vieron ayer, tenían que investigar para confirmar los datos. No podía parar de reírme por dentro.

El curso sigue yendo muy bien. A mí me está gustando mucho, lástima que en online no lo utilizaremos demasiado. La verdad es que las herramientas están genial. Eso sí, estoy descubriendo lo torpes que son algunos, madre mía. Tanya, una supuesta planificadora senior, ha hecho una pregunta que hasta uno de primero de carrera la responde. Nuria y Juanma, los que están dando el curso, no daban crédito. Otra cosa que no entendemos es la fobia de Houda y sus chicas al modelo econométrico. Creo que no deben comprender bien el significado de la palabra, jajaja. Cada vez que lo nombran dicen: "No, eso pásalo por alto porque no es interesante para nosotros" ¿Para qué va a contar con el resto? Menos mal que Nuria le ha sabido contestar con diplomacia.

Después del curso, me he bajado a terminar un par de cosas y corregirle un informe a Salma. Creo que se ha desesperado un poco pero no es mi culpa.

Ha sido el cumpleaños de Dani, ya lo celebraremos el fin de semana como está mandado.

Ley de murphy: cuando te estás quedando sin batería es siempre cuando más llamadas y mensajes recibes, jajaja. Lo he cargado un poco en el coche para poder sobrevivir.

Iba a llevar a Nuria y Juanma a cenar a Madinat Jumeirah pero al final es Georges quien los va a llevar al libanés que fuimos nosotros anoche. Yo les pasearé un poco mañana, antes de dejarles en el aeropuerto.

He ido a cenar con Osama y Ban al paseo de JBR. Ellos ya habían terminado y yo, para variar, tenía hambre pero no sabía qué quería. Me pasa a menudo cuando estoy muy cansada, como era el caso. He terminado tomándome un sandwich de pavo con tomate.

De ahí a casa a darme la gran ducha y hablar con mis padres para ponerme al día. Y a dormir tempranito, que mañana espera otro día duro.

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