miércoles, 7 de enero de 2009

Más de lo mismo

Hoy no tengo mucho que contar, estos días están siendo muy monótonos: trabajo, trabajo y más trabajo. De la oficina me voy directa a casa y no hago mucho.

Esta tarde, he ido a pagar el recibo de la luz y a echar gasolina. Luego a casa a charlar un rato con mis padres y mi tía Rosario, que estaba allí.

Aunque haya sido un día soso, no falta la correspondiente anécdota. Estaba apagando el ordenador y, de repente, sonaba como un teléfono móvil en mi estudio y yo sin saber de dónde venía. Por un momento, pensé que era el teléfono de Emilie, que se lo podría haber dejado en la maleta que le presté. Acto seguido, la puerta, era Osama. Resulta que lo que había sonado era el telefonillo, jajajaja. Como era la primera vez que sonaba, no lo tenía controlado.

Hemos echado una partidita al parchís, que he ganado yo, jiji. Y con el sabor de la victoria me he ido a dormir la mar de contenta.

Un intento de llamar a Belén pero la he debido pillar en plena cena.

Mañana llega el ansiado jueves.

1 comentario:

Belen dijo...

En plena cena de llegada de residentes...¡apasionante! Menos mal que mañana no hay excusa (aunque haya canas.......................!!!!!!!!!!!!!)