viernes, 16 de enero de 2009

Maldita maratón

Esta mañana he rajado en arameo por culpa de la maldita maratón de Dubai. En cuaquier ciudad fastidian el tráfico porque cortan varias calles. Aquí es peor porque, como sólo hay tres avenidas principales, si te cortan una te hacen la pascua.

Para ir a buscar a María y José María al hotel he tardado casi una hora. Cuando el trayecto normal desde mi casa puede ser máximo 10 minutos. Una desesperación.

Cuando por fín los he recogido, hemos ido directos al Mall, que sus amigos ya habían salido. Hemos estado viendo varias tiendas, que ayer empezaron las rebajas.

María, un encanto, me ha regalado una vela monísima, de esas que me encantan para poner en mi casita. Va a oler todo la mar de bien.

Nos reunimos con sus amigos en una de las tiendas que estaban al 60%. Qué alegría más grande me ha entrado al saber que allí venden cosas de Hoss, una de las marcas que me encantan. Es española pero aquí no tienen tienda. Sabía que estaban intentando venir pero no terminan de cerrar el trato con el socio local, obligatorio para cualquier empresa que quiera aterrizar en Emiratos.

Tras dejarlos en el hotel, nos hemos reúnido en Aprés con Laura, Dani, un compañero de éstos, Emilie y Sue. Al parecer la foundue de queso tiena mucha fama en este sitio. Doy fé que, desde luego, la de chocolate que nos hemos tomado de postre estaba espectacular.

Después de comer, un paseíto por el mall para bajar la comida y ver si caía algo de rebajas pero nada. Además, está todo llenísimo, las colas para pagar dan una pereza espantosa. Incluso Carrefour parecía una feria. No he podido comprar nada de fruta porque era imposible. Así que me he conformado con lo indispensable para poder sobrevivir. El resto lo compraré entre semana, que hay menos gente.

Había plan de fiesta en casa de los chicos brasileños. Al final me ha dado un poco de pereza, he terminado agotada del largo día y mañana me toca levantarme un poco temprano para ver algunos pisos para Carlos.

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