Es el cumpleaños de Leila, una compañera
de la oficina con la que me rio mucho. La pobre tenía pensado pillarse el día
libre pero, con el concurso de la semana que viene, es imposible. Y es que
últimamente estamos a tope de concursos. A ver si se acaba la racha ya.
Además del concurso, en el que estoy
metida para variar, estoy terminando la presentación que tenemos esta tarde con
Avent, para ir esbozando el 2012. Nos pidieron que preparemos una recomendación
sin límites de presupuesto para ver cuáles son sus opciones. Pues eso hemos
hecho.
Más que una propuesta, hemos preparado un
documento con las opciones que hay en el mercado y lo que costaría estar
presentes todo el año. Kinga, que es la responsable de la marca, nos lo ha
agradecido mucho pues es precisamente lo que quería. Pero Jocelyne, la
responsable de marketing, ha flipado con los números. Y es que, si quieren
hacerlo todo, tienen que preparar un millón de dólares aproximadamente, jajaja.
Pero Jocelyne no estaba al tanto de lo que Kinga nos había pedido, por eso ha
alucinado tanto.
Lo positivo es que, al menos, vamos ya
encaminados y la semana que viene nos volvemos a reunir para ir concretando
cosas. La verdad es que con Kinga da gusto trabajar pues es muy abierta y nos
trata como compañeros. Todas las propuestas se discuten en sesiones de trabajo
y acepta que le corrijamos los objetivos si no son realistas.
De vuelta a la oficina, he tenido que
terminar un par de cosas para el concurso y sentarme con Mahmoud para que me
deje sus cosas pendientes, pues se va una semana de vacaciones a Jordania.
Vuelvo a chuparme tráfico de camino a
casa, por salir tarde. Menuda semanita. Menos mal que ya ha terminado.
Este sábado se celebra el año nuevo
árabe, que es calendario lunar. Hasta el último minuto nos han tenido con la
intriga de saber si tenemos fiesta el domingo o no. Al final, nada. Osama sí
que tiene, como muchas otras empresas. Y es que no termino de entender cómo en
este país no hay una normativa común para todos los sectores y empresas con
respecto a los días festivos. Aquí cada uno hace lo que le da la gana.
He estado haciendo el indio un rato con
Miriam, que esta semana no le he hecho demasiado caso, pobre. También hemos
charlado con mis padres, que se van esta tarde al campo hasta el domingo. Se
partían de risa viendo cómo controla el correpasillos ya. Y es que cada vez va
más rápido la tía.
Después de cenar hemos visto un capítulo
de 24 y nos hemos ido a la cama prontísimo, pues estoy que no puedo con mi alma.Y mañana toca madrugón.
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