La mañana ha empezado con la segunda y última
inyección para lo de los pulmones. Esta vez me la han puesto aún mejor que
ayer. Otra cosa terminada. Próxima consulta es el 14, que será parte de otra
clase. Espero que sea con los mismos que la otra vez, para preguntarles dónde
vieron el niño con tanta claridad, jeje.
En la oficina hay buenas noticias. Esta
tarde nos ha confirmado Michael que ya están contratadas dos personas nuevas
para llevar mis cuentas mientras yo estoy de baja maternal. Una se incorpora el
7 de octubre y la otra a finales del mismo mes. Como aquí la baja maternal son
solo 45 días naturales, yo la he extendido con 3 meses de excedencia. Así, al
menos, dejo a la pequeñaja más criadita.
La presentación en Johnson & Johnson,
al parecer, ha ido muy bien. Están todos muy contentos y con esperanzas de
ganar la cuenta. No sabremos nada hasta dentro de unas 6 semanas
aproximadamente. Mientras tanto, crucemos dedos.
Hoy es el cumpleaños del hijo de Lakshmi,
Ramyan, así que le he dado la tarde libre para que lo celebre con él. Se ha
venido Uns a vernos y nos hemos bajado a la piscina un ratito. A Miriam le
encanta y se lo pasa en grande. Al volver a casa, ha visto que Uns se iba a dar
una ducha y, en seguida, se quería bañar ella también.
Mientras llegaba Osama, hemos charlado un
rato con los abuelos y, luego, con mi tía Blanca, que la hemos pillado
conectada.
Creo que no lo había comentado antes pero
a Miriam le estamos hablando en tres idiomas. Yo sólo le hablo en español, su
padre sólo en árabe y Lakshmi en inglés, como en la guardería. Es muy común que
los niños aquí en Dubai estén expuestos a más de un idioma. Lo bueno es que,
desde tan pequeños, lo pillan todo. Ella entiende los tres perfectamente, pero
s
ó lo contesta en español, de momento. Es lógico porque es el que más escucha y,
además, después de todo el verano en España, pues ha empezado a soltarse más. Pero
hoy, mientras su padre la bañaba, se ha empezado a hacer el sordo cuando ella
le señalaba el agua, y le preguntaba qué quería decir. Así que, ni corta ni
perezosa, le ha respondido en árabe, “mai”. Luego, mientras cenaba, a mí me decía
“agua” y a su padre “mai”. Es un gran adelanto. A ver si continúa progresando.
Para cenar, Osama se ha pedido una pizza
y yo me he tomado un bol de cereales, que la ardentía me está matando y he leído
que lo mejor es tomar leche. Espero que funcione.
Hemos visto una película que esperábamos más
graciosa, “Guerra de novias”, y que a Osama le ha aburrido soberanamente,
claro. A la vez, hemos estado buscando carpinteros por internet para que nos
hagan unos cajones en los armarios del cuarto de las niñas.
Y esto es lo que ha dado de sí el martes.
1 comentario:
FENOMENAL, si es que es mas lista que el hambre. Tiene que estar para comersela.
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