Barbacoa en la playa

Hoy tocaba limpiar el mini-estudio. Por suerte, en una hora está terminado. Es increíble la cantidad de polvo que puede haber, aunque la casa esté cerrada todo el día. Empiezo a creer en la teoría de la generación espontánea.

Luego he estado escribiendo un rato sobre Dubai para un reportaje de Nuestro Tiempo, la revista de la Universidad donde estudié. Me ha encantado que Chus haya querido contar conmigo para esto, me hace mucha ilusión.

Después he ido a comer con Margarita, Omar y Osama a Lemongrass, el mejor restaurante de comida tailandesa de Dubai, al menos es lo que se dice. La verdad es que estaba todo buenísimo y los zumos espectaculares.

De ahí, a hacer la compra para la barbacoa de esta noche. Nos hemos ido a la playa de Jebel Ali, que es la única en la que se pueden hacer estas cosas. El plan ha sido estupendo, cenando en la playa, con una fogata para estar calentitos y charlando sin parar. La próxima, dormimos allí. Por lo visto, nos queda sólo un mes para hacer estas cosas. En cuanto pase mayo, a olvidarse de este tipo de planes y pensar únicamente en sitios cerrados. Qué miedo me está dando el verano.

Eso sí, hemos terminado con arena hasta el carné de identidad. Nada como llegar a casa, un buen baño y a la camita a descansar.