Calor en la oficina

Esta mañana he ido a estrenar mi móvil nuevo, tan contenta, y no entendía ni jota, está en árabe, jajaja. Joe me lo ha arreglado en cuanto ha llegado a la oficina, menos mal.

Durante gran parte del día, el aire no ha funcionado, un horror; estábamos a 32 grados dentro de nuestro despacho, casi morimos. Era imposible mantenerse despierto.

Han venido los del banco por fin para recoger la carta que necesitan para abrirme la cuenta. En Dubai todo son procesos, hay que tener siempre en el bolso una fotocopia del pasaporte, otra de la visa y fotos, muchas fotos.

Como ya tenía mi número de cuenta, he aprovechado al mediodía para dar de alta Internet. Con suerte, el 13 de abril me lo instalan, no veo la hora.

Ha vuelto Dany, el jefe, de sus múltiples viajes. Eso sí, el pobre viene con un resfriado de aquí te espero.

Por la tarde, me he ido a hacer algo de compra, que no tenía nada para desayunar, la única comida que hago en casa, jajaja. Sorprendentemente, hoy no había plan porque se han ido todos a Abu Dhabi a un concierto. Como había que salir pronto, yo me he quedado en tierra. Así que he aprovechado para ordenar cosas en casa y... planchar, increíble, jeje. También he charlado un ratito con mis padres, que con eso de no tener Internet, no hablamos nada.

Y a dormir tempranito otro día, estoy irreconocible.