viernes, 31 de octubre de 2008

En la playa

Hoy he amanecido tempranito para poder aprovechar el día. Primero, a la playa con Emilie, Dani, Laura e Ignacio, que se lo ha pasado pipa en el agua; le encanta. Ahí estaba sentado en su silla como un marqués. La verdad es que se estaba de vicio, ahora empieza la época buena.

A eso de la 1 ya nos hemos subido, empezaba a hacer demasiado calor. Me he duchado, he charlado con mis padres y mi tía Blanca, y he ido a comer a casa de Dani y Laura. Después de comer nos hemos quedado en el sofá medio traspuestas, mientras Ignacio jugaba con su padre.

Luego nos hemos ido hasta el centro comercial dando un paseo. Por algunos tramos hay que inventarse la acera porque no hay para peatones. Y, en los semáforos, tres cuartos de lo mismo. Para que veáis lo bien construída que está la ciudad.

He comprado los libros para enseñar español a Maan y Jaffer. Y Ban me ha regalado uno para aprender a leer y escribir árabe. Menos mal que es para tontos. Nos hemos sentado a tomar un zumo y ya me he aprendido parte del abecedario. Ya escribo las 14 primeras letras del alfabeto. Eso sí, por sí solas porque si luego van al principio de la palabra, en el medio o a final, ya me pierdo. Este idioma es un poco difícil. Es cuestión de paciencia. Pero ya me da vergüenza llevar aquí más de un año y no saber más que los 10 primeros números, algunos saludos y los días de la semana.

De vuelta a casa, ha habido un amago de organizar un cine pero ya eran las 23:30 y a mí me dolía la cabeza así que me he ido a casa a dormir. Mañana será otro día. Ni Halloween ni ná.

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