Un domingo cualquiera

Empezamos una nueva y semana y, como no puede ser de otra forma, con sueño. Además, con esto de estar más tranquilos en la oficina, pues siempre da más pereza arrancar.

Hoy se han bajado todos a comer a las 12:30. Yo a esa hora es que no tenía hambre ninguna, de verdad. He preferido esperar un poco y me ha bajado con Carlos y Ale.

La tarde ha estado tranquila también. Hoy ha habido una reunión importante con Chanel. Han salido todos más o menos contentos menos Joe, que no ha podido exponer casi nada por motivos de tiempo, como siempre, y porque no había conexión a Internet.

A eso de las 18:00 he llevado a Carlos a las oficinas de Chalhoub para por fin recoger su cheque y poder entrar a vivir en su apartamento. De ahi, corriendo a por Osama y a por el otro cheque, trámites de alquiler de piso, jeje.

Luego hemos ido a ver otro Tiguan. Éste sí tenía el techo panorámico y climatizador pero piden demasiado. De todas formas, tampoco hay prisa, así que mejor esperar porque están bajando los precios.

Y de ahí a casa a charlar con mis padres y con mi hermano, de resumen semanal.