En el desierto a 39 grados

Hoy tocaba madrugar un poco para ir a las carreras de caballos. El día no podía ser peor: viento y tormenta de arena, un regalito. Hemos estado a punto de cancelarlo pero, al final, nos hemos animado. También porque es el cumpleaños de Javi, así le vemos y felicitamos.

Si en Dubai hacía viento, en el desierto mucho más. Era bastante incómodo porque hemos terminado teniendo arena hasta en el DNI. Además, hacía muchísimo calor, 39 grados marcaba el coche. Espero que esto sea una ola porque como ya haya empezado el verano, va a ser muy largo.

Vimos a Javi de forma rápida y conocimos a sus hermanos, que están de visita. El pobre en las carreras no da a basto.

Hemos conseguido salir en un 4x4 con Sue para ver la tercera etapa. Sheikh Mohammed, el Emir de Dubai y Primer Ministro del país, ha quedado primero. Y Sheikh Handam, su hijo y heredero, ha sido segundo. Ahí dejo dos fotos, una de cada uno.

En el coche ha sido divertido porque, nada más salir, nos hemos quedado atascados. Julien, el que conducía, no había puesto el 4x4. Han venido a ayudarnos y ya hemos podido seguir la carrera. Con nosotros venía una periodista de una revista especializada, así que hemos tenido que seguir de cerca a los dos protagonistas para que ella pudiera hacer las fotos.

Ya en la última etapa han venido Laura y Dani con Inma y Antonio. Nosotros nos hemos quedado haciendo compañía a Laura e Ignacio en el coche mientras los otros se aventuraban a intentar ver algo en la tormenta. Es una pena porque el tiempo arruina el día entero. Entre el calor y el viento, era insoportable.

Nosotros, mientras, nos reíamos con Ignacio haciendo de las suyas con el coche. Se ha puesto al volante y no paraba de darle al limpiaparabrisas. Está hecho un trasto.

A las 14:00, ya terminada la carrera, nos hemos venido de vuelta a Dubai. Por la carretera he podido hacer la foto por fín de la señal de tráfico que más me gusta. Aquí sustituyen la vaca por un camello.

Nos hemos ido directos a comer a un mexicano que se llama María Bonita. No está mal pero el guacamole sigue sin saber demasiado. Debe ser que los aguacates aquí saben a agua porque hemos probado ya en tres diferentes. Creo que lo damos por imposible ya.

Después de comer, un amago de siesta. Digo amago porque yo, basta que diga que voy a dormir, para que no lo consiga. Al menos he estado ahí tirada y relajada. Con tanto sol, he terminado con un dolor de cabeza espantoso.

Por la tarde, Osama ha estado cambiándole la rueda al coche de Ban, que había pinchado. Nosotras hemos ido a alquilar una peli que, al final, no hemos visto. Yo me caía de sueño así que me he venido a casa a dormir prontito para empezar bien la semana.

Con respecto al tenis, Djokovic ha ganado a David Ferrer en la final. Es el segundo año consecutivo que llega un español. Una pena no haber podido ir.