Miércoles Santo

A ver, ¿qué he hecho hoy? Que mi vida no es tan ajetreada. A veces pienso en dejar de escribir esta especie de diario porque se me agotan las historias.

Osama se ha dejado el teléfono en su casa y, claro, no he conseguido saber de él hasta las 11:00, que he conseguido el número de su oficina. Luego, a mediodía, ha venido a comer de sorpresa. De repente, lo he visto en mi mesa.

En la oficina, nada que destacar, siguiendo con lo mismo. Ha venido una chica de un soporte y nos ha traído unos dulces. Eran como unas magdalenas con una crema cubriéndola, de distinto sabor cada una.

Por la tarde, hemos tenido reunión casi todos para preparar la presentación del LVMH. Así nos dividimos la tarea, aprovechando que somos un equipo pequeño.

A las 19:15 me he ido pitando a casa, que ha venido Dani a conocerla por fín. Después de que me ayudó a diseñarla, ni siquiera la había visto.

Luego me he duchado y cambiado, que voy de cena precumpleañera a Pierchic, un restaurante en Al Qasr, que está en un muelle, en mitad del agua. Acaba de ganar el premio al mejor restaurante de pescado. Osama no tenía ni idea, por supuesto. Ha sido graciosa la vuelta que he tenido que dar para despistarle.

Hemos cenado estupendamente y el sitio es precioso, merece la pena. Lo anoto para próximas visitas, a ver quién se anima primero.

Luego, al dejarlo en su casa, última sorpresa del día: el regalo de su cumple. Tampoco se lo esperaba, así que ha salido todo redondo. Eso sí, miedo me da la venganza, jeje.

En mi tierra, es el día del "Prendi".