Cenando con Ángel Pascual

A las 2:30 ya me ha despertado el vecino montando una de las suyas. Aunque ahora, el indeseable, tiene un truco: pone un par de canciones y luego para durante el tiempo que sea antes de volver con la misma. Esta vez, ya quería poner la denuncia. He llamado al pobre Osama para que me ayudara. La policía, primero avisa que no podrá venir hasta dentro de una o dos horas porque están teniendo muchas llamadas de accidentes. Nos dicen que vayamos a la comisaría más cercana, que nos dejarán poner la denuncia.

Allá que nos vamos a las 3:30 pero no ha servido de nada. Necesitan estar presentes. No sé entonces para qué nos han hecho ir. Total, que las 5 estaba de vuelta en mi cama y sin poder haber avanzado nada de nada. Yo ya empiezo a perder la paciencia.

Eso sí, hemos descubierto que mi móvil ha dejado de sonar de repente, se ha cansado. Es hora de usar el que Ban me regaló.

He amanecido a las 12:30 y he hablado un ratito con mis padres. Aunque no estaba teniendo yo el mejor día: había dormido a ratos, me duele la cabeza y no veo la luz del túnel.

Después de una gran ducha, he ido a comer con Osama, Ban y Munjid, que ya luego salían directos a Abu Dhabi. Luego, lo mejor, siesta en el sofá viendo una peli.

Por la tarde, he ido con Emilie a Satwa, a recoger unos pantalones y camisas que le había copiado un sastre de allí. La verdad es que el tío lo clava. En cuanto vuelva de vacaciones le voy a dar yo unas cuantas cosas que hacer. Además es muy barato.

Hemos pasado por casa de Laura y Dani un rato. Ignacio está hecho un trasto pero para comérselo. Va a salir andando en menos que canta un gallo.

Emilie ya se ha quedado en casa a descansar, que mañana tiene que trabajar, pobre. Y nosotros hemos recogido a Ángel para irnos a cenar al Royal Mirage, ¿dónde le íbamos a llevar sino? Después hemos intentado tomar una copa en el Eau Zone pero ya estaban cerrando así que hemos subido al Roof Top.

A la 1:30 cada uno a su casa a dormir. Al entrar en mi edificio, el de seguridad, muy majo, me ha dicho que quiere averiguar qué pasa con mi vecino. Dice que está convencido de que usa algún truco. Menos mal que no piensa que estoy loca y soy una exagerada.

En fín, parece que esta noche va a estar tranquila.