miércoles, 29 de abril de 2009

Planchada por arte de magia

Esta mañana, de camino a la oficina, he parado en casa de Osama a dejar la mitad de mi armario. Hoy van las dos chicas filipinas a limpiar y planchar y, de paso, me planchan también mi ropa. Con esto de no parar en casa, se me acumula.

En la oficina, ha sido un día de no parar. Han entrado dos campañas nuevas de envíos de SMS y e-mails para esta tarde y mañana. Además, con las prisas, se me ha olvidado comentarlo con los de MPG y, claro, se ha montado una buena. Han recibido el mensaje en el móvil y, en seguida, han pensado que el cliente lo estaba haciendo con otra agencia. En lugar de llamarme a mí primero, han puesto un correo al cliente echándoselo en cara. Claro, la pobre chiquilla ha debido flipar.

Luego hemos estado actualizando también la base de datos de los proveedores, que aún Salma no los tiene controlados.

Otro estrés con las creatividades de Chanel. Lanzamos una campaña el viernes y, para variar, el material sigue sin estar listo. Ya hemos decidido que usaremos el inglés el primer día y, en caso de estar listo, las árabes a partir del segundo día.

Y mañana Joe no viene, va a acompañar a su mujer a un chequeo o algo así me ha dicho.

Por la tarde, me ha llamado Luis, el reportero del programa, para contarle más cosas de Dubai. Muy simpático.

Y a las 18:30 me he largado a casa. He ido a recoger la ropa a casa de Osama, todo planchadito estupendamente, ¡qué alegría! Además, con 140 dhs de regalo, que debían de estar en algún bolsillo de un pantalón mío, una sorpresa.

El resto de la tarde-noche he estado en casa organizando y limpiando un poco, chateando con mi hermano y mi tía. Después de darme la gran ducha, he charlado un rato con mis padres y a la camita a dormir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ME ALEGRO QUE TE PLANCHEN DESDE LUEGO SIEMPRE VIENE BIEN UNA AYUDA