No pudo ser

El título de hoy va por Nadal. Segundo año consecutivo que se ha quedado en semifinales. Yo lo he estado siguiendo por Internet y ha debido ser un partidazo de Del Potro. Bueno, tiene aún mucha carrera por delante.

Hoy ha estado el día de domingo total. Yo, que pensaba que lo iba a tener más o menos tranquilo, estaba muy equivocada. El miércoles se presenta el concurso de L'Oreal. En principio, no estaba involucrada pero, como siempre, a última hora me pringan. Y lo que me da rabia es que la gente vaya de víctima.

Carlos me ha estado contando de su fin de semana con sus invitados, el pobre venía con una carita que era un poema; lo explicaba todo vamos.

Hemos comido una ensaladita con Didier, Makram y Joe, mientras hablábamos de nuestras ciudades favoritas. Makram también aprovechaba para pedirme consejo sobre Barcelona, que está organizando un viaje con amigos para abril. Creo que se equivoca, debería preguntarle a Carlos.

He salido sobre las 18:30 para, al menos, ver a Osama un ratillo, que luego se encierra en la oficina hasta las tantas de la noche. Menos mal que esta semana ya es la última.

Me he ido corriendo a Misa pensando que no llegaba pero, claro, con el sacerdote italiano ya se sabe. Eran las 20:20 y aún seguia con la de las 19:00; se le unen las dos Misas, es un horror.

Y de allí a casa, a la charla dominical con mis padres y seguir el partido de Nadal por Internet, una pena. Al menos, ha recuperado su número dos, aunque no creo que sea lo que más le preocupe.

Buenas noches.