martes, 8 de septiembre de 2009

Reunión movidita

Llegó el día de presentar Chanel. Ya tenía ganas de quitármelo de en medio.

Por la mañana hemos estado revisando el documento y terminando unas cosillas de última hora.

Como la presentación era a las 2 y las oficinas están a tomar viento, no nos ha dado tiempo a comer. Menos mal que yo he desayunado a las 11:00, lo veía venir.

Al principio, ha ido muy bien, estaban contentos con los que les íbamos contando. Pero, de repente, el director general se ha puesto como una fiera porque, según él, no habíamos respondido al briefing, lo que presentábamos era demasiado genérico, etc. Lo mejor de todo es que las discusiones eran en francés así que tampoco me enteraba del todo. Total que, al final, ha resultado ser un pequeño malentendido en el desglose del presupuesto; nosotros lo hemos hecho por línea y ellos lo querían por marcas.

De vuelta a la oficina, estábamos todos hechos polvo porque no es justo tirar por la borda todo el trabajo hecho en las últimas semanas por ese malentendido. Se hace el ejercicio y punto. Así que nos hemos tenido que quedar en la oficina hasta tarde. Yo, por suerte, ya lo había hecho así con lo que me he podido ir un poco antes, a las 21:00. Pero el resto se ha quedado haciendo números.

En casa, la verdad que tampoco tenía ganas de hacer mucho, estaba cansada. Así que he pospuesto la plancha un día más, para variar. He estado organizando las fotos de este verano, dado la gran ducha y a dormir.

No hay comentarios: