Sega republic

Hoy me he levantado aburrida de Dubai. Con esta humedad se puede hacer bastante poco; automáticamente la playa está descartada. A esto hay que sumar el Ramadán, que complica las cosas un poquito más.

Con la desesperación, me ha dado por limpiar mi casa. Después de la ducha, he quedado con Osama para ir al Dubai Mall, que han abierto ya Sega Republic. Es un parque temático de la empresa de videojuegos. También tienen atracciones, con montaña rusa incluida. Al menos, es un plan alternativo.

Como es tan nuevo, aún no estaba lleno; mejor, así no hay que hacer colas para montarse en los cacharritos.

Después de 4 atracciones, yo he acabado mareada perdida y mira que suelo ser dura para esas cosas. Pero, claro, sólo había desayunado dos tostadas y, a esas horas, las tenía en la punta del pie. Así que la cosa ha terminado antes de tiempo.

De allí nos hemos ido directamente a cenar con sus padres. Cuando hemos llegado, estaban flipados con mi cara; debía estar blanca como la pared, jajaja. Menos mal que la cena me ha sentado bien.

Luego hemos quedado con Emilie y un par de amigos: Sabine y Jean Marie. Ya era hora de conocer a Sabine, que habíamos oído hablar mucho la una de la otra pero sin ponernos cara.

Primero hemos estado en el Fashion Lounge, pero no se podía estar en la terraza, un calor horroroso, no hacíamos más que sudar. Así que nos hemos mudado a Mai Tai a tomar una copa.

En el coche, hemos hablado con Laura un ratillo, que llevábamos toda la semana como el perro y el gato.

El bar estaba a rebosar y con la música a tope; se ve que cada vez se hace más la vista gorda. Se supone que, durante Ramadán, no hay música en los bares, se pone muy bajita.

Y de ahí a casita a dormir.