Cambiando tenis por Uns

¡Qué trabajito me está costando levantarme! A ver si hoy me acuesto prontito.

En la oficina, nada que destacar. Yo he estado trabajando en las diferentes propuestas de Chanel, un pequeño plan para Mango y tenemos pendiente empezar con Evian.

Por la tarde, llegaba un correo de Air France diciendo que anulaban la siguiente campaña que teníamos porque no les resultaba eficiente el medio. Vamos a intentar reunirnos con ellos para ver si les hacemos cambiar de opinión.

Me ha llamado Osama para contarme la aventura de la pobre Uns. Ayer, al mover una botella de esas enormes de agua con el pie, se le abrió la rodilla y no sé qué le ha pasado en los logamentos pero tiene la pierna derecha inmovilizada, pobre. Así que hemos cancelado las clases de tenis para ir a verla.

Parece que ya hoy le dolía menos pero aún la tenía inchadísima. Lo primero que se le pasó por la cabeza era el viaje a Harvard. Tiene que estar tres semanas con la pierna estirada y el médico le aconsejó que no viajara. Pero, entre sus profesores y nosotros, la hemos convencido. No merece la pena quedarse por esa tontería. Estará más incómoda pero no puede dejar de ir. Ya nos hemos estado riendo con ella; que vaya truco más extremo para viajar en business, jajaja

Después de cenar allí, nos hemos vuelto a nuestras respectivas casas. De camino, he intentado hablar con mi prima Marta, que es su cumpleaños, pero no estaba. Eso sí, he charlado con Inés y Lola, que aún se estaba autocantando el "Cumpleaños feliz".

Ya en casa, al terminar con la DS, he hablado por fin con Aitor, que hacía siglos que no nos poníamos al día.

Y, por supuesto, nada de acostarme temprano, me han terminado dando las 12.