Se acabó enero

Hoy se acaba el primer mes de 2010, muy fuerte; el tiempo vuela.

Hemos empezado el domingo con una mega reunión de Chanel. Como siempre, una pérdida de tiempo porque hemos estado allí 3 horas y media para presentar durante 30 minutos. El resto del tiempo, Fidaa ha estado bromeando con nosotros. Rana le ha comunicado que deja MPG a finales de marzo. A punto he estado de decirle que yo soy la próxima pero me he callado la boquita.

Al volver a la oficina lo primero que he hecho ha sido comer, que estaba hambrienta.

La tarde ha estado más o menos tranquila. Tengo algunas cosas pendientes para esta semana: Credit Suisse, Evian, las propuestas de Chanel y poco más. A ver si es más productiva que la pasada.

El gran Federer se ha llevado el cuarto Open de Australia. Bien merecido lo tiene.

Ya en casa he visto un correo muy interesante de Yves-Michel. Es el director de otra agencia aquí y quiere quedar conmigo para contarnos. Puede que tenga una oportunidad para mí.

Hemos ido a cenar a casa de Emilie, que nos ha preparado una crema de coliflor riquísima y una ensalada. Mientras preparábamos la cena, Osama veía el partido de Egipto, la final de la Copa de África. Por cierto, que ganaron 1-0, Salma debe estar como loca de contenta.

Después de cenar, Osama ha empezado a intrigarme porque tiene un plan para el 12 de febrero pero no consiente decirme nada. Así que me tendré que aguantar casi dos semanitas.

Al llegar a casa, he charlado un ratito con mi padre, que mi madre había ido a ver a los enanos. También he chateado con mi primo Javier y mi hermano, que están a puntito de venir ya.

Antes de dormir, a leer un ratito que, con la DS, tengo la lectura abandonada, no puede ser.