jueves, 21 de enero de 2010

Un despertar confuso

Vaya tela esta mañana. Cuando ha sonado el despertador, estaba tan convencida de que era viernes, que lo he apagado y me he dado la vuelta, a intentar dormir otra vez. Por razones divinas, no he podido domirme otra vez. En 15 minutos me he dado cuenta de que era jueves, aunque no estaba del todo convencida. En la ducha, aún estaba pensando: "Seguro que es jueves, ¿no? A ver si me voy a plantar en la oficina y no hay nadie" Pero sí, lo es.

Hemos tomado manakhesh hoy, que yo hacía mucho que no lo probaba, desde el año pasado, jeje.

A media mañana me ha llegado un correo con muy buenas noticias: Dani viene unos días a Dubai, por trabajo. Llega mañana por la noche así que ya hemos organizado el plan: le recogemos en el aeropuerto y nos tomamos algo en el Irish Village antes de dejarle en el hotel.

Por lo demás, ha estado el día sin demasiados sobresaltos. Por la tarde he estado ayudando a Claudine a terminar de preparar una presentación para Pierre, que tiene reunión la semana que viene con los grandes jefes. A ver si sale todo bien.

Antes de irme, he confirmado con los de Hyundai-Kia que no necesitaban nada de online. El sábado por la noche vuelan a Korea para presentar la estrategia anual de ambas marcas.

Hoy no cenamos en el griego, no. Como durante la semana nos hemos visto bastante poco, nos hemos organizado una cenita sana en casa de Osama: crema de alcachofas (riquísima, por cierto) y tortilla de patatas. Luego nos hemos sentado en el sofá a ver unos cuantos episodios de Friends. Ban tenía cena de cumpleaños y se ha unido luego. Pero ya eran las 00:30 y me he ido a mi casa a dormir, que estaba muerta y aún tenía que hacer mis pruebas en la DS.

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