sábado, 23 de enero de 2010

Destino cerrado

La mitad del sábado me la he pasado de mal humor, por culpa del sastre de Satwa. Mientras Osama estaba en el gimnasio, yo iba a recoger unas camisas que deberían haber estado terminadas para el jueves. Aunque he ido con dos días más de márgen, no estaban terminadas. Les he echado la correspondiente bronca y me las mandarán mañana. A ver si es verdad.

Está comprobado que, cuando se empieza el día con mal pie, se contiúa con la misma suerte.

Antes de ir a casa, he pasado por Waitrose a comprar unos solomillos para comer. De primero, el resto de crema de alcachofa, que está demasiado rica como para que tener que tirarla.

Por la tarde, hemos estado viendo las diferentes opciones para el viaje de este verano. Queremos ir a tantos sitios, que no hay forma de decidirnos por uno. Al final, volvemos a la propuesta original: Vietnam y Maldivas.

Luego hemos ido a ver un apartamento en Marina Quays, un edificio nuevo en frente de mi casa. No nos ha gustado nada. Los baños eran deprimentes, no han podido encontrar unos azulejos más feos en todo el planeta.

Como no hemos conseguido ir a otros edificios, nos fuimos al mall a ir tanteando las posibilidades del viaje que hemos comentado. También para sacarme mi billete de marzo, que iré una semanita a Jerez.
Antes de ir a Dnata, la agencia de viajes, nos hemos dado un capricho: un crepe de nutella, qué rico.

Hemos llegado a Misa de 19:30 por los pelos. Y, después, cenita en casa de Osama, una crema de calabacín, y un par de episodios de Friends. El fin de semana termina tal y como empezó, jeje.

Y, aunque ya les he felicitado, hoy es el cumple de mis primos Rosario e Íñigo, y de mi amiga Mery Mery.

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