Madrugón en valde

Pues sí, a las 9 en punto me estaba llamando para despertarme. Y a las 9:40 venía a recogerme.

El plan era ir a desayunar a una cafetería en el otro lado de la ciudad y, para no tener problemas de aparcamiento, íbamos en metro, así me montaba yo por primera vez. Lo digo todo en pasado porque no ha podido ser. Son tan sumamente idiotas, que el metro, los viernes, no se abre hasta las 14:00. Otra cosa más sin lógica en Dubai. Porque el tren es mecánico, no lleva conductor.

Con nuestro correspondiente mosqueo o, más bien, frustración, nos vamos a Mall of the Emirates, a desayunar allí y, de paso, ver algunas cosas.

Después, hemos ido a ver a casa de sus padres; en teoría a comer, pero, para variar, no teníamos hambre después de desayunar a las 11:30.

Uns nos ha estado contando de su viaje a Egipto, que se lo ha pasado en grande. Y ya está preparando el próximo: Harvard. Estaba bastante liada con unos trabajos que tiene que tener listos para esta semana.

El resto de la tarde la hemos echado en el Dubai Mall. Al padre de Osama le regalaron un vale para una tienda de cosmética y perfumes y decidió que lo repartía entre las tres: Ban, Uns y yo. Así que allí hemos ido a surtirnos de gratis :-)

También nos hemos acercado a Galerías Lafayette, que están al 50%. Claro, algo ha caído, no somos de piedra.

Sobre las 19:30 nos hemos vuelto a Marina. Hemos visto unos cuantos capítulos de Friends, para mantenernos despiertos hasta las 23:00.

Jad, un amigo y compañero de Osama, celebraba esta noche su compromiso con Aki, su novia. Daban unas copas en un bar del Atlantis. El sitio es chulísimo, en la playita en plan con sofás, muy bien puesto. Aunque nos ha costado arrancar, que se estaba de lujo en el sofá viendo la tele, al final lo hemos pasado muy bien, muy divertido.

Después de sacarles una tarta, muy típico aquí, nos hemos ido a dormir, que mañana toca clase de tenis a las 12:00.