miércoles, 14 de noviembre de 2007

Perdida por Dubai

Preparaos para el post de hoy, que me han pasado muchas cosas, un día muy largo. Belén, ya no me retraso más, que he conseguido acceder desde el trabajo.

En la oficina, más de lo mismo. Como novedad, he hablado con Pablo (de MC Corporativo) y muy bien, me he quedado mucho más tranquila con la foto que me ha pintado. Ya se irán aclarando temas a lo largo de las semanas.

Hemos tenido la primera conference call con E-Trade, cliente que nos viene a través de MC Londres. La verdad es que la sensación ha sido buena por ambas partes. El cliente está contento con los resultados y las mejoras de optimización que planteamos. Estará en Dubai a finales de este mes y tendremos una reunión con él, ya cara a cara.

Luego he flipado en colores. Elodie me ha estado dando la coña con el concurso de Chevrlolet. Me he estado matando durante estos dos últimos días porque lo necesitaba para hoy por la tarde. A las 19:00, después de la llamada a Londres, salgo para decirle que está casi terminado y, resulta que la tipa se ha largado a su casa. Según me he podido enterar por Rana, le han dado un par de días más para presentar el concurso. Anda que, no me llego a enterar, y todavía estoy en la oficina terminando el concurso. Mañana se lo pienso decir.

Me he ido directa a Springs, que es una zona residencial de Dubai. Mª José y su marido, Luis, me habían invitado a cenar a su casa, majísimos. Ella fue profesora 4 años en la Universidad de Navarra y lleva viviendo aquí dos años. Estaban dos compañeros de trabajo de Luis (Camilo y Rodrigo), y otros dos que habían venido de Madrid a trabajar una semana aquí (Manuel y Hortensia). Al principio, lo he pasado fatal porque el pobre Luis se ha currado una Lasaña espectacular, toda cubierta de queso, y yo alérgica. En este tipo de situaciones lo suelo pasar de pena. Pero bueno, he cenado divinamente.
Nos hemos reído muchísimo en la cena, contando anécdotas de los indios, pakistaníes, y demás nacionalidades colindantes. Tienen un teoría que argumenta porqué aquí, para hacer cualquier cosa, se tarda 7 veces más que en cualquier otro sitio. La denominan “la sociedad secreta”. Lo mejor de todo era ver cómo Camilo y Rodrigo imitaban a la perfección a los indios hablando su inglés, jajaja.

Aunque la parte más divertida y cómica, sin duda, viene ahora: la vuelta a casa. De la oficina a su casa he llegado perfectamente. Sólo me he perdido en la urbanización para encontrar la calle número 9; he pasado por casi todos los números. Se han venido conmigo los dos madrileños, que están en un hotel cerca de mi casa. Para salir de la urbanización, hemos seguido nuestras intuiciones y, claro, hemos ido a aparecer en la otra punta de la ciudad. Unas carreteras inmensas por las que no había pasado en mi vida. Hemos pasado por Dubailand, con eso lo digo todo. Es el parque de atracciones que están construyendo a las afueras de Dubai y que va a ser 5 veces más grande que Eurodisney y el de Orlando juntos; al estilo Dubaití, vamos. Para no aburrir, hemos tardado 1 hora en un trayecto de unos 15 minutos. No nos orientábamos ni con el mapa. Menos mal que iba con Manuel y con Hortensia, que llego a ir sola y termino durmiendo en el coche, jajaja. Los he dejado en su hotel y, claro, como para ponerme a averiguar cómo ir a mi casa. Se me ha aparecido la Virgen cuando he visto llegar un taxi al hotel, así que le he pedido que si me podía llevar a los alrededores del World Trade Centre. Como aquí la gente es tan maja y tan agradable, me ha llevado encantado de la vida. No ha consentido que le pagara nada, si es que da gusto. Así que, con la tontería, he llegado a casa a las 12:30; habiendo salido de casa de Mª José y Luis a las 11:15, jajaja. Eso sí, me he paseado por medio Dubai.

Y, a estas horas, como para bajar a escribir el post. Me voy directa al sobre, vamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te veo tan internacional ya que vas a volver a madrid como la que va al pueblo.