martes, 10 de junio de 2008

Cerrando la oficina otra vez

Hoy sí que ha sido un día de no parar. Tengo que terminar un montón de cosas y todo para finales de esta semana así que me temo que el blog va a ser un poco aburrido.

A las 16.30 hemos tenido que ir a Burjuman, al otro lado de la ciudad, porque la clienta no quería venir a nuestras oficinas a tener la reunión. Manda narices, viviendo al lado, pero bueno. He ido con Houda, de MPG. Primero hemos pasado a recoger a Keny, su hijo de 3 años para dejarlo en casa de una prima suya que vive al lado del centro comercial. Estaba bastante tímido porque no me conoce de nada, sólo me ha visto dos veces. Pero es muy gracioso.

Ha sido una auténtica pérdida de tiempo porque la mitad de la reunión han estado discutiendo en árabe sobre el servicio de offline. En realidad yo sólo he tenido unos 15 minutos de gloria. Para colmo, no ha quedado nada definido, me tengo que sentar mañana con Houda para ver cómo queda la distribución de presupuesto.

Cuando hemos terminado, Carla, la cliente, nos quería engañar para bajar a la tienda, que ya han empezado las rebajas. Estaba yo como para irme de compras, vamos, con la prisa que llevaba encima. Ya eran las 18:45.

No puedo ni describir la cola que había para coger taxi. Houda se quedaba por la zona así que me tocaba volver solita a la oficina. Menos mal que me sé el truco: ir a un hotel que hay cerca y ser paciente porque suelen pasar taxis libres. He tenido mucha suerte porque no he tenido que esperar nada, me lo he cruzado por el camino.

He llegado a la oficina a las 19:30 y a terminar de cerrar lo más urgente, sólo quería irme a casa. Dany y Georges han pasado por mi despacho, que ya se iban a ver el partido de España. Dany está mosqueado por el 3-0 que le metierona Italia ayer, jajaja.

A las 21:00 he dado por terminada la jornada, mañana será otro día. Iba directa a casa pero al final he pasado por Barasti a ver el final del partido. Estaban allí unos cuantos españoles, Osama, Sarvin, Kamelia y otra chica. He visto los dos goles de España y el de Rusia. Con mi despiste habitual, esta vez me he dejado el móvil en la oficina. Menos mal que tengo el español para despertarme mañana por la mañana. Porque paso de volver a por él, está claro.

Después hemos ido a cenar algo rápido a Wagamama y a casita. El resto ha vuelto a Barasti a ver el Grecia-Suecia pero a mí el fútbol como que no me encanta, prefiero irme a dormir.

Otro intento de hablar con mi prima Marta pero no nos hemos puesto de acuerdo. Tampoco he estado demasiado tiempo conectada porque estoy que me caigo y, como siempre, me terminan liando hasta las mil, jajaja.

Mañana más.

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