Qué bien viene un día extra en el fin de semana. Hoy he amanecido más tempranito, a las 10:30. Aunque previo a eso ha habido 3 interrupciones: el vecino de charla a las 5 de la mañana con sus colegas; a las 8 me han llamado del hospital, que les falta la autorización de mi seguro para la intervención y, a las 8:15, la alarma, que la tengo programada para los días entre semana. Un desastre.
He ido a recoger a Osama para ir a desayunar a Paul, que hacía mucho que no íbamos. Después de coger fuerzas, hemos ido a hacer la compra, que no tengo nada en mi nevera, ni para desayunar.
Directos a mi casa para colocar las cosas y hacer la comida: huevos rotos y carne a la plancha.
Por la tarde, hemos intentado ir a Misa a las 18:00. No sé qué pasaba hoy pero estaba llenísimo, nos hemos tenido que quedar fuera y, claro, nos hemos enterado de la mitad.
Luego hemos quedado con Ban en Wafi a tomar algo, que ya se va a Abu Dhabi, empieza su nuevo trabajo mañana. Nos ha estado contando del viaje a Líbano con Uns. Allí también estaba el que dibujó mi caricatura el otro día; incluso de acordaba de mí, muy gracioso. Me preguntó que si aún la tenía.
Hemos cenado en Sharjah, para ver a Uns, que me ha traído unos pendientes monísimos. Nos ha enseñado las fotos, que son muy chulas, y contado todos los detalles del viaje.
Ya en casa, he hablado con mi hermano un rato y luego con mis padres. Y luego directa al sobre, que estoy muerta de sueño.
Y se acabó el fin de semana, qué lástima.
domingo, 8 de marzo de 2009
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