Controlando la mudanza desde la piscina

Me tocaba madrugar un poquito hoy para ayudar a Osama con la primera parte de la mudanza. Entre los dos hemos estado vaciando la cocina mientras los de la mudanza se ocupaban de los muebles.

En el traslado al piso nuevo, Emilie y yo hemos hecho escala en la piscina. Allí, en el apartamento, no hacíamos nada. Osama supervisaba el montaje de los muebles y nosotras seguíamos con el tratamiento solar. La piscina del nuevo edificio de Osama está genial, es un auténtico solárium así que ya tenemos nueva sede. Además, está prácticamente vacía.

Una vez terminado el montaje, hemos ido a comer a casa de Emilie unas tostaditas con paté, otras con pan con tomate, buenísimo.

Aunque lo que realmente nos apetecía era una buena siesta, teníamos muchas cajas que desembalar y muchas cosas que colocar así que al nuevo apartamento otra vez.

Hemos descansado un poco para ir a Carrefour a por la barra de la ducha porque los de la mudanza se la han cargado.

De vuelta al coche, me encuentro una notita de una persona que tiene interés en comprármelo. La verdad es que he tenido tentación de llamar, por la intriga más que nada, pero al final me ha dado vergüenza. Además, no estoy ni interesada en venderlo.

Terminamos un par de cosas y volvemos a casa de Emilie a relajarnos un poquito con una peli, "El Ilusionista". Yo ya la había visto pero me encanta y a ellos también les ha gustado mucho.

La anécdota del día la protagoniza mi roomie. Osama ha ido a coger algo de la nevera y se ha encontrado el jabón de lavavajillas dentro. No podíamos parar de reírnos. Me ha recordado a otra parecida con mi madre.

Y directas al sobre, que el sol agota, jeje. A ver qué nos depara esta nueva semana.