Mareando con el viaje

Hoy me han tenido como una marioneta; que voy a París, que no voy. La buena noticia era que Georges y Houda han conseguido el visado para poder ir. Entonces, pensaba yo, me salvo. Pero no, Dany ha dicho que tengo que ir, aún no sé a qué. Por suerte, Houda también quiere volver antes así que llegamos el viernes a las 6 de la mañana. Perfecto.

El día, en general, ha estado bastante movidito. Me han dado las mil en la oficina, pero así me voy preparando para las tres semanas que me esperan, con Joe de vacaciones.

Por la tarde hemos tenido reunión con KLM, para presentarles la estrategia que planteamos. La presentación ha ido muy bien, les ha gustado todo mucho. Claro que a Euro le ha tocado llevarse un tirón de orejas. Ahora, la pelota está en su tejado para poder conseguir la cuenta.

De vuelta a la oficina, me entero de que volvemos al plan original de vuelo, volviendo el viernes a las 12 de la noche. Estoy con un mosqueo... porque no paran de marear. Dany, encima, haciendo chistes: "Pero, ¿no quieres quedarte un día más en París? Muy seria, le he contestado: "Pues no, porque yo los fines de semana tengo planes; en concreto una cena"

El resto de la tarde-noche he estado viendo con Joe todo lo que hay pendiente para las próximas semanas: tres nuevas campañas para lanzar y otras dos que están en marcha y hay que seguirlas. Para colmo, el domingo a primera hora tengo una reunión; para empezar bien la semana.

Luego nos hemos echado unas risas con un cliente que no pilota nada de nada. Creo que se debió perder un par de capítulos de Barrio Sésamo.

He salido a las 21:30 pitando a casa para poder hacer la mini-maleta. Tenía un dolor de cabeza tremendo porque no había comido en todo el día. De camino, he pedido cena en Wagamama.

Ya en casa, Osama me ha estado ayudando a recoger cosas porque el sábado tengo que dejar el apartamento listo para Laura y Dani, que se quedarán sus últimas dos semanas allí. Yo me iré a casa de Emilie, por tanto tengo que volver a hacer la maleta, jeje.

Y sorpresa: Tere y Fede se han conectado por fin a Skype. Se tiene que ir Alfonso a Panamá para conseguirlo, jajaja. Hemos charlado un ratito porque todos teníamos algo que hacer. Pero ahora que ya le han pillado el truco, espero que hablemos más a menudo.

Antes de dormir he llamado a mis padres, que con esto de estar de vacaciones, no sé nada de ellos.

A ver qué nos espera en París.