A Íñigo le da vergüenza

Hoy he amanecido a las 11:00, como está mandado. Y, desde la camita, he charlado con mis padres y mi hermano. Ya me ha contado mi madre la sorpresa que se llevó ayer, está encantada.

Después, me ha recogido Osama para ir a comer a casa de sus padres. Por problemas logísticos (básicamente, que no plancho) me he puesto un trajecito que hacía tiempo que no me ponía. Pues ha sido todo un éxito, jajaja. Será la falta de costumbre.

De sobremesa, estaban poniendo "La boda del monzón" en la tele, una película india que vi hace mucho tiempo en el cine y me gustó. No la hemos podido terminar de ver porque si no, no llegábamos a Misa.

Además de calor, hoy hace muchísima humedad, un tiempo estupendo vamos. En Misa, a pesar del aire acondicionado y todo, me he tenido que sentar un momento del mareo que tenía. Este tiempo machaca a cualquiera.

Osama se iba al gimnasio y yo a Waitrose a comprar pescado para cenar. Luego, en casa, he estado ordenando un poco y esperando para hablar con mis padres y mi sobrino Íñigo, que está de huésped esta noche en mi cama. Ley de murphy: se han conectado cuando yo acababa de salir de casa.

Hemos ido con Laura y Dani a Eau Zone, que no lo conocían. Se estaba mejor que otra terraza por la piscina y la playa detrás pero, igualmente, hacía calor. También había unos mosquitos dando un poco la lata, pero, en general, hemos echado un buen rato. Aunque Dani, el pobre, se encontraba fatal, ha pillado un resfriado de campeonato.

En casa, ya he podido charlar con la familia pero Íñigo, muy suelto por teléfono, se corta cuando me ve a través de la cámara, parece tonto. Pero luego ha conseguido perder un poco la vergüenza. Hoy estaba peinado como Villa, menudo elemento está hecho. Tampoco hemos charlado mucho pues se tenían que ir a casa de mi prima Blanca. Mañana ya me contarán.

Ahora a dormir, que mañana empieza una nueva semana. A ver qué nos depara.