Cena de amigos

A las 11:00 he amanecido, como está mandado. Lo primero ha sido desayunar, que no podía más de hambre.

A mediodía hemos ido a comer con Safar y Sarah, unos amigos de la familia de Osama en Liverpool. Están por Dubai unos días y les hemos llevado al Iraquí. Todo buenísimo, como siempre. Aunque yo esta vez he comido muy poquito.

Después, hemos ido a Wafi a tomar un café y unos dulces árabes, que los deben echar de menos allí.

Por la noche, teníamos cena con unos cuantos amigos por ser el último fin de semana de Laura y Dani en Dubai. Hemos ido a un sitio de pescado que está muy bien. Al principio, nos habían sentado fuera pero lo hemos podido cambiar a dentro porque no se podía de calor. Sobre todo, los chicos con las camisas, un horror.

Al llegar la cuenta, teníamos nuestras dudas de que estuviera bien porque era demasiado barato. Muy honrados, hemos preguntado al camarero y, por lo visto, estaba bien. También es verdad que muchos nos hemos conformado con los aperitivos, no hemos pedido plato luego.

Para terminar la noche, hemos ido al Address a tomar una copa. Tienen una terraza bastante agradable y no se estaba mal.

A la 1:30 ya nos hemos vuelto el trío calavera a Marina: Emilie, Osama y yo.

En el aparcamiento del Hotel toca anécdota graciosa. Estamos esperando a que nos traigan mi coche, las maravillas de Dubai de no tener que aparcar en los hoteles, directamente te bajas en la puerta y te lo aparcan. Pues, de repente, veo que está ahí el coche de Laura. Para asegurarme, llamo a mi amiga a preguntarle su matrícula, que por supuesto no se sabe. Mirando el llavero, compruebo que, efectivamente es el suyo, así que ha venido a ver qué pasaba. Habían confundido su número con el mío, vaya luces. Menos mal que aquí la gente es muy honesta y nadie te va a robar el coche. En otro sitio, otro gallo cantaría.