domingo, 23 de marzo de 2008

En mi casita

Menudo jaleo de mañana he tenido. Nada más levantarme, he tenido que ir a la oficina de la inmobiliaria a firmar el nuevo contrato, del apartamento 602. Por cierto, gente muy informal y poco profesional porque se ha presentado 40 minutos tarde, con sus narices. El dueño estaba bastante enfadado con ellos.

Después, haciendo maletas en casa de Bego hasta que he quedado para que me dieran las llaves nuevas. Aquí llega la parte divertida. Resulta que el 602 no era exactamente igual que el 1002; la cocina es un poco más grande, quitándola espacio al resto. Claro, ya no me iban a entrar los muebles igual. Menos mal que Mr. Mohammed, el dueño, es un encanto y hemos estado viendo otras posibilidades. Para no aburriros, al final estoy en el 1005, un tercer piso, jajaja. Tiene la misma distribución que el primero, sólo que da al otro lado. Al principio, no me gustaba la idea porque hay más construcción, pero, en su favor, es mucho más luminoso.

Ha venido Osama a ayudarme con la mudanza, menos mal porque yo sola no habría podido. Mientras los de Ikea montaban los muebles, nos hemos ido a comer a un japonés en Marina Walk. También hemos comprado unos refrescos para los chicos de Ikea, lo han agradecido muchísimo.

Luego ha venido Emilie a ver el estudio, que le ha gustado mucho. La pobre sigue roja como una gamba. De hecho, venía del hospital, que le han recetado unas cremas para la piel, pobre.

Después de dejar medio instaladas las cosas, hemos ido a una exposición de un pintor iraní, profesor de pintura de Sarvin. Era muy pequeñita pero ha ido muy bien porque, en sólo una semana, han vendido todos los cuadros. A mí, el que más me ha gustado ha sido uno que representaba una boda tradicional iraní. El resto era demasiado impresionista, no es mi estilo.

Paramos en casa de Margarita a tomar algo, mientras esperábamos a que llegara Jeremy. Tenían un pase para Ski Dubai. Yo, mientras ellos esquiaban, he aprovechado para hacer unos recaditos. Entre otras cosas, tenía que comprar las anillas para la cortina de la ducha, muy inteligente yo, jeje.

Y ya a casa, que ya era hora y estaba reventada. Eso sí, mi casa está como un campamento, con todo por medio. Mañana a ver si lo coloco todo, que hoy no he parado.

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