domingo, 25 de mayo de 2008

Recepción con S.M.

Como todos los domingos, esta mañana era incapaz de levantarme; simplemente, no podía con mi alma. Qué tristeza levantarse pensando lo que queda para el fin de semana.

El día está bastante tonto, con el cielo encapotado y tormenta de arena. Así que el coche terminará hecho un asco hoy. Además, hace una semana que me quedé sin líquido limpiaparabrisas y, al ser un coche de alquiler, tiene el capó bloqueado así que no puedo rellenar. Total, para lo que me queda con este coche, tampoco merece la pena.

El Rey D. Juan Carlos está de visita por el Golfo Pérsico. Esta tarde tenemos una recepción con él. Como hay que vestir de traje corto, lo llevo en el coche para cambiarme luego, no es plan de ir toda puesta a la oficina.

En la oficina, se han llevado toda la mañana entrando en nuestro despacho para arreglar no sé qué del aire. No había manera de centrarse.

Me han caido dos marroncitos, uno de Alain y otro de Rana, pero todo bajo control. He estado hablando un rato con Dany y luego ha venido su mujer, muy simpática; la conocí el año pasado en las rebajas de Chalhoub. Por cierto, creo que las de esta temporada son este fin de semana.

He estado chateando un ratín con Tomás y otro con Belén; hay que ponerse al día. Sobre todo, con Belén hacía mucho que no hablaba con calma.

Noticia del día: nuestra querida rubia deja la oficina, mañana es su último día. Me pregunto, ¿qué será de nosotros ahora? Estoy deseando ver la reacción de Joe, ¡qué mala soy!

Me he cruzado unos correos con Pierre, el que me vende el coche, para arreglar el papeleo que necesitamos. También he llamado al banco para ver lo que necesitan. Alucino con el afán de nuestra empresa por controlar todo. Ahora resulta que también tengo que rellenar un formulario para que ellos estén al tanto del préstamo que tengo que pedir en el banco. Intentaré evitarlo a toda costa.

A las 17:15 me he largado de la oficina para poder llegar a la recepción con el Rey. Los muy listos han elegido un hotel en el Worl Trade Centre, donde yo vivía antes. A las 18:45, hora a la que teníamos que estar, es el peor sitio de la ciudad para llegar, por culpa del tráfico. Son unos 25 km de distancia y he tardado una hora y media. Al llegar al hotel, directa al baño a cambiarme, el botones alucinaba al verme salir totalmente camiada; de vaqueros y camiseta a traje y tacón, jajaja.

La recepción ha estado muy bien, muy informal. Se ha ido acercando uno por uno a saludarnos. Yo he flipado con la cantidad de españoles que somos en Emiratos. Creo que al 80% de la gente no la había visto en mi vida. He conocido a un compañero de Dani y Laura, Edu, y su futura mujer, Graciela. Muy simpáticos los dos.

Después, nos hemos ido a tomar algo a Shu, un sitio con una terraza muy agradable pero, claro, hemos tenido que cenar dentro porque hacía calor fuera. Yo me he pasado media cena hablando con Belén así que, el resto de la noche, Dani no ha parado de meterse conmigo, se lo he puesto en bandeja.

Esto es lo que ha dado de sí el día.

1 comentario:

Belen dijo...

Espero que te guardaran algo de cena y ... ¡tu vasito de agua!

Thks!!!!!